La Unidad Fiscal de Gualeguaychú inició «una investigación para conocer las causas que provocaron fallecimiento de Liliana Leonhardt«, según reveló la fiscal Martina Cedrés.
La fiscal ya solicitó «la exhumación y posterior autopsia del cuerpo», cómo así también el secuestro de su historia clínica.
«Hoy participé de la exhumación de los restos de Liliana, fue un momento muy doloroso. Sabemos que iniciamos un camino largo y difícil, pero estamos dispuestos a transitarlo en función de conocer la verdad», la hermana de la docente y bibliotecaria fallecida, Lorena Leonhardt, quien se constituyó como denunciante en la causa que investiga la muerte de Liliana.
«Tenemos esperanzas en el trabajo de la fiscal Cedrés, porque lo que necesitamos es que se arroje un poco de luz a todo esto. Creemos que es importante que esto no vuelva a pasar y ante todo saber la verdad que es lo que hubiese querido Lili», opinó.
«Este domingo 8 de octubre mi hermana hubiese cumplido 52 años y ya no la tenemos. Por eso, para que se investigue y se sepa la verdad, invitamos a la comunidad a marchar desde Rocamora y 25 de Mayo hasta Tribunales, a partir de las 18 horas», convocó.
Cabe destacar que Liliana Leonhardt falleció el pasado martes 3 de octubre sin que exista un diagnóstico certero que explique el proceso de deterioro de su cuerpo a lo largo de un mes de internación. Cuenta la familia que los médicos del sanatorio San Lucas les decían hacia el final de aquellos días, en los que les avisaban que tendrían que comenzar a despedirse: «estuvimos todo el tiempo tratando las consecuencias y no las causas» que dieron lugar al cuadro clínico de la paciente”.
Lorena, en diálogo con R2820, insistió: «La desidia, el desamparo y falta de humanidad se cobraron la vida de mi hermana».
Y cerró: «Contamos esto, porque es alarmante lo desamparados que estamos ante el accionar de la Justicia en estas situaciones, la falta de humanidad y de atención digna desde la obra social y el funcionamiento del sistema sanitario Gualeguaychú. Podría contar mil situaciones de las que vivimos a lo largo de la internación de Liliana, situaciones que demuestran lo desprotegidos que estamos ante un sistema que falla y que en cada error o situación mal resuelta, se lleva la vida de alguien. En este caso la vida de mi hermana».
Escribimos una vez más, para que no se pierda de vista lo importante: Liliana tenía 51 años, tres hijos, dos hermanos y un universo de amor que llora su partida.
Fuente: Repote 2820.