La Terminal de Ómnibus de Victoria tiene la aridez de los telos a mediodía. Es una construcción chata, incómoda, rodeada de un microcentro que la asfixia, y con un aspecto de haber quedado detenida en algún tiempo remoto. Llegar a Victoria es llegar a la Terminal de Victoria. Aunque después la ciudad muestra todo su encanto, todo su verde, y una historia arquitectónica muy rica, muy otra cosa de esta Terminal tan arisca.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.