La Iglesia de Paraná hizo su propio análisis de la reunión que mantuvo en la tarde del miércoles el arzobispo Juan Alberto Puiggari con familiares y víctimas de los abusos del cura Juan Diego Escobar Gaviria, en la ciudad de Lucas González.
Una lectura desviada e interesada, llevó a la curia a decir que esa reunión, de la que tomó parte el abogado Mariano Navarro, “fue convocada por el arzobispo a través de la Comisión de Protección de Menores y se desarrolló en un clima de cordialidad y escucha mutua”.
En realidad, fue Silvia Muñoz, una activa denunciante del cura Escobar Gaviria, quien exigió una reunión y un pedido público de perdón de Puiggari a las víctimas, algo que de momento no consiguió. El arzobispo mostró su imposibilidad de ir, y el domingo 8 de octubre envió una emisaria, la coordinadora de la Comisión de Protección de los Menores, la abogada María Inés Franck.
Pero además, Puiggari no fue sólo a reunirse con familiares y víctimas de los abusos del cura Escobar Gaviria, ahora condenado por la Justicia a 25 años de cárcel, sino que además viajó para participar de los festejos patronales de san Lucas Evangelista. Antes de celebrar la misa patronal, se reunió con Silvia Muñoz, Nancy Ruiz Díaz, Sandra Mujica, Oliverio Romero y Alexis Endrizzi.
Luego, la Iglesia hizo su propia lectura de ese cónclave.
La redacción del documento eclesiástico que da cuenta de esa reunión no habla de víctimas, sino que utiliza un término distante y erróneo: dice que Puiggari y Franck mantuvieron “un encuentro con personas que denunciaron abusos sexuales”.
La Iglesia, de momento, no toma demasiado en cuenta el rotundo fallo que emitió el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, el 6 de septiembre último, cuando dio por probados los abusos y la corrupción de menores de quien fue, entre 2005 y 2016, párroco de Lucas González.
“Durante el encuentro, el arzobispo escuchó con atención a todos los participantes y les expresó el profundo dolor de la Iglesia por la situación que están viviendo. Les manifestó un sincero pedido de perdón por ese sufrimiento ocurrido en el marco de la comunidad eclesial”, dice el texto oficial de la curia.
Puiggari no pidió perdón en público, según la crónica eclesiástica. “Monseñor resaltó la necesidad de que la comunidad de San Lucas pida con especial intensidad las gracias que necesita en este momento de sufrimiento, en el cual se ha hecho tanto daño a la Iglesia y a los fieles, en un proceso penal en el que hay chicos y jóvenes víctimas de esta comunidad. Ante tanto dolor, monseñor Puiggari llamó a levantar la mirada hacia Dios, por encima de todas las imperfecciones de los hombres, y reconocerse como discípulos Suyos. Pidió a la comunidad que tenga un corazón misericordioso que sepa perdonar y que recurra a una oración sincera para sanar las heridas”.
El texto eclesiástica no cayó bien.
Fabián Schunk, integrante de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, denunciante de los abusos del cura Justo José Ilarraz, dijo que el texto “es una vergüenza, una burla. Una actitud de total desprecio y desconocimiento del dolor provocado por ellos. Pedir a la comunidad que sepa perdonar ¿a quién? ¿Al abusador? Es absurdo. Además, llamar, en un comunicado oficial, `personas que denuncian´ a víctimas que la Justicia reconoció y con sentencia ejemplar al abusador, es desconocer el trabajo y la seriedad de los jueces y fiscales intervinientes”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.