Las garitas de colectivos son la cenicienta en la ciudad.
Están desatendidas, destruidas y, algunas, cubiertas de maleza.
La gente, cuando espera el colectivo, se para debajo, es un decir, de estructuras destartaladas.
En calle San Juan, al costado de la vieja Fábrica de Fósforos, donde ahora se levanta un shopping, la garita está casi cubierta de malezas, casi abandonada.
Nada nuevo.
La renovación de los refugios que alguna vez anunció Blanca Osuna, quedó en eso: un anuncio más. Apenas algunas se instalaron malamente, pero el programa no avanzó lo suficiente.
La gestión de Sergio Varisco todavía está en falta.
Mientras, la gente espera el colectivo, que siempre tarda, donde puede.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.