La Justicia avanzará con la elevación a juicio de la causa que investiga los supuestos tormentos a dos novicias en el monasterio carmelita de Nogoyá, aun cuando en medio haya un planteo de competencia que debe dirimir la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Así lo adelantó el fiscal Federico Uriburu, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, que tramita la investigación penal preparatoria que se abrió tras una investigación de la revista “Análisis”, que dio cuenta de las denuncias de dos exnovicias que relataron sus padecimientos en el claustro.

“No tengo obstáculos para seguir la investigación, y de hecho se va a reactivar después de la feria, en febrero. Tengo directivas de la Procuración de elevar la causa a juicio. Hay un planteo de competencia en la Corte, pero a la Corte sólo se envió una copia del expediente. El original quedó acá”, señala Uriburu.

El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú resolvió que no es competencia del fuero provincial; y del mismo modo, la Justicia Federal se declaró incompetente, como ya reveló Entre Ríos Ahora.

Una de las últimas medidas que adoptó el fiscal Uriburu fue pedir explicaciones al arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, de las razones por las cuales la superiora del convento carmelita, Luisa Toledo, fue apartada de su función y mudada a una casa religiosa del Chaco. Puiggari respondió de forma escueta e insuficiente: admitió el traslado pero no dio motivos.

Enterados de los movimientos que empezó a dar el fiscal Uriburu, los defensores de la monja Toledo, Guillermo Vartorelli y Miguel Cullen, le pidieron al juez de Garantías de Nogoya, Gustavo Acosta que frenara cualquier movimiento hasta que no resuelva la Corte.

El delito que se le reprocha a la superiora es el de privación de la libertada agravada por el uso de violencia, a partir de una denuncia que publicó la revista “Análisis”.

La causa penal que se abrió el 25 de agosto último investiga las denuncias de dos exmonjas sobre aplicación de tormentos y privación de la libertad en el Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen, de Nogoyá.

Luisa Toledo, que tomó los votos como religiosa carmelita con el nombre de Madre María Isabel, fue separada de la dirección del convento carmelita de Nogoyá el 15 de septiembre de 2016 por resolución adoptada por el juez  Acosta. Primero, se la alojó en Lucas González, una ciudad ubicada a 27 kilómetros de Nogoyá.

Allí, convivió con las monjas Terciarias Misioneras Franciscanas, que dirigen el Colegio Castro Barros San José, las mismas que denunciaron al cura Juan Diego Escobar Gaviria por abusos.

Pero allí Toledo estuvo poco tiempo.  A mediados de diciembre de 2016, fue autorizada a radicarse en la localidad de Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco.

En esa ciudad está alojada en el Monasterio Cristo Jesús y la Inmaculada Carmen, de las Monjas Descalzas de la Orden la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, una casa de religiosas que depende de la diócesis Diócesis de San Roque de Presidencia Roque Saenz Peña.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.