Antes -no hace mucho- eran los «miradores» de la Toma Vieja. Había bancos de madera, un espacio cuidado, y el sitio era visitado por mucha gente para apreciar la inmensidad del río Paraná desde lo alto de las barrancas. Algo pasó en medio que el lugar fue abandonado, desaparecieron los bancos y los miradores, y la zona fue ganada por la maleza y, últimamente, por un basural que crece. Las obras de reconstrucción y rescate en la zona quedaron a medio terminar. El «portal» que construyó la exintendenta Blanca Osuna ha sido prolijamente destrozado, y nadie se ocupó en reconstruirlo. Y de los «miradores» no hay ni noticias.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.