De color verde claro, llamativo, los carteles plantados esta semana en la Plaza 1º de Mayo de Paraná no dejan lugar a dudas: los perros no pueden rondar como dueños por su casa en el espacio público.
Sólo con correa y con bolsa en mano para juntar las cacas, el dueño o responsable del pichicho podrá recorrer la plaza. Esa es la directiva municipal, basada en una ordenanza citada en el cartel.
Se trata de la ordenanza N° 8.678, sancionada en 2007, aunque recoge lo establecido por otras normas sancionadas con anterioridad y que nunca tuvieron efecto en su aplicación.
Concretamente, los artículos 12, 13 y 14 establecen obligaciones en ese ámbito para el responsable de la mascota. Por ejemplo, se fija que el animal deberá ser trasladado en la vía pública o espacio público con collar o pretal, correa y un bozal. También se aclara que “el responsable del animal doméstico no podrá llevar a su mascota a lugares de juegos infantiles, plazas y/o areneros” y lo obliga a “limpiar en caso de producirse deyecciones. Para lo cual deberá portar, bolsa, pala, u otro elemento de limpieza que sirva para tal fin”.
Justamente, la caca desperdigada en canteros y la actitud indiferente de los dueños es lo primero que mencionan, a modo de queja, empleados municipales a cargo de la limpieza de la plaza. “Hay gente que trae el perro, lo suelta, para que haga todas sus necesidades en los canteros, donde después vienen chicos y se sientan”, comentan.
La disposición nueva no cayó bien en todos los dueños de mascotas que eligen ir a la plaza. “Uno nos planteó qué iba a hacer ahora. Dijo que no tiene dónde llevar el perro a hacer sus necesidades”, mencionan y añaden que la indicación dada para andar por la plaza fue la siguiente: sólo con correa, bolsa y pala. Ahora bien, no hay tanta certidumbre respecto del cumplimiento de la norma, pues el control debiera ser permanente. Toda una duda
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.