El abogado Juan Ángel Fornerón dejó la defensa del cura Justo José Ilarraz, que en abril próximo se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio por los abusos a menores que denunciaron siete víctimas, expupilos del Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, donde el sacerdote ejerció la función de prefecto de disciplina entre 1985 y 1993.
Fornerón es el defensor del cura Justo José Ilarraz, que en abril próximo irá a juicio por abusos y corrupción de menores en el Seminario Arquidiocesano de Paraná.
Fornerón concursó para asumir como juez del fuero Civil y Comercial, y su nombre está en las ternas suplentes que el Consejo de la Magistratura envió al Poder Ejecutivo. Como informó Entre Ríos Ahora, se trata de ternas conformada casi por los mismos candidatos para cubrir seis cargos judiciales en distintos puntos de la provincia.
Son tres los candidatos que se repiten en los concursos números 193, 194, 195, 196, 197 y 198: María Gabriela Tepsich, Mariano Morahan y Mariano Andrés Ludueño.
Todas las resoluciones del Consejo de la Magistratura están fechadas el mismo día: 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, y fueron publicadas en el Boletín Oficial de Entre Ríos el jueves 4 de enero.
Fornerón se postuló para el Juzgado Civil y Comercial de Diamante, y obtuvo el 4° lugar; para el Juzgado Civil y Comercial de Gualeguaychú, y quedó en el lugar número 7; para el Juzgado Civil y Comercial de Concepción del Uruguay, y quedó ubicado en el lugar número 7; para el Juzgado Civil y Comercial de Nogoyá, y consiguió el 4° lugar; mientras, para el Juzgado Civil y Comercial de Federal, ocupa también el 4° lugar; y para el Juzgado Civil y Comercial de Rosario del Tala, donde por el puntaje que consiguió se ubicó en el 4° lugar.
Ubicado en esos lugares de expectación para cubrir un cargo en el fuero Civil y Comercial, Fornerón decidió presentar formalmente su renuncia a la defensa del cura Ilarraz, que ejerce desde que se abrió la causa por abusos contra el sacerdote, en 2012.
La decisión está contenida en una resolución que adoptó este martes 6 el camarista Gervasio Pablo Labriola, que dice: «Atento a los motivos invocados por el Dr. Juan Angel Forneron, téngase por aceptada la renuncia al cargo de Defensor Técnico del encartado Justo José Ilarraz, debiendo continuar en el ejercicio de dicho ministerio el Dr. Jorge Joaquín Muñoz».
Muñoz es abogado del foro de Tucumán. Hasta que fue suspendido en el sacerdocio, en 2012, Ilarraz ejerció como cura en la localidad de Morteros, perteneciente a la diócesis de Concepción. Estuvo a cargo de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio Ñuñorco. Cuando se conoció la primera denuncia contra Ilarraz, a través de una publicación en la revista «Análisis», Muñoz fue el encargado de salir en su defensa, a través de una carta pública.
El abogado Muñoz dijo entonces, septiembre de 2012, que no existía investigación penal «en la cual se le haya atribuido al mismo (Ilarraz) a lo largo de sus 30 años de ejercicio sacerdotal, la comisión de los delitos que se mencionan en la nota realizada por el periódico ´Análisis Digital´. Esta circunstancia, constituye una arbitraria intromisión en la faz personal del sacerdote, ya que la jurisdicción judicial fue dejada de lado por comentarios que carecen de todo asidero fáctico».
Con la renuncia de Fornerón, Muñoz asumirá la defensa técnica de Ilarraz.
El debate se había pensado para el 13 de noviembre de 2017, pero una complicación en la salud de uno de los jueces encargado de juzgarlo, Darío Crespo, obligó a posponer el comienzo del juicio.
La fecha, ahora, es el 9 de abril de 2018.
Esa vez, ese día, en Paraná, empezará el segundo juicio al cura Justo José Ilarraz, con siete denuncias en la Justicia por abusos y corrupción de menores.
El segundo cura que enfrenta un proceso de esa envergadura. En agosto último, Juan Diego Escobar Gaviria , ex párroco de San Lucas Evangelista, en Lucas González, se sentó frente al Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, y allí las víctimas y sus familias contaron el dolor y la tragedia de los abusos en carne viva.
Escobar Gaviria escuchó, los jueces escucharon, y al cabo de las audiencias, en septiembre dieron a conocer el veredicto: el cura fue condenado a 25 años de prisión.
La Iglesia de Paraná investigó al cura Justo José Ilarraz, probó los abusos que denunciaron las víctimas, pero al cabo de las actuaciones internas que ordenó el ahora cardenal Estanislao Karlic, en 1995, mandó todo al archivo secreto de la curia. No hizo la denuncia en la Justicia.
El 28 de septiembre de 2012 esas actuaciones vieron por primera vez la luz cuando llegaron a la Justicia para ser incorporadas a la causa penal por los abusos en el Seminario, que se había iniciado de oficio, por disposición del Procurador General Jorge García. Entonces se supo que Ilarraz había sido encontrado culpable de haber abusado de seminaristas, pero el castigo que le impuso la Iglesia fue el destierro. Nada más.
Ilarraz se sentará en el banquillo los días 9 al 13 de abril; 16 al 20 de abril; del 23 al 27 de abril de 2018, a las 9.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.