Jorge Oscar Daneri*
«El Día Internacional de Acción contra las Represas y en Defensa de los Ríos, el Agua y la Vida fue adoptado por los participantes del primer Encuentro Internacional de Afectados por las Represas, en marzo de 1997 en Curitiba (Brasil). Representantes de 20 países decidieron que el Día Mundial de Acción se llevaría a cabo el 14 de marzo. Nuestro objetivo en este Día Mundial de Acción en Defensa de los Ríos es elevar nuestras voces al unísono contra proyectos de gestión de agua destructivos, recuperar el bienestar de nuestras cuencas hidrográficas, y exigir una gestión equitativa y sostenible de nuestros ríos.» nos recuerda International Rivers.
Existe una cartera de proyectos de represas hidroeléctricas delicadamente preocupante en los planes del Gobierno Nacional, tanto en la cuenca del río de los pájaros como en la del Paraná. La experiencia realmente escandalosa de todo el proceso de las proyectadas represas del río Santa Cruz, en el contexto de los acuerdos estratégicos con China durante la gestión del gobierno de Cristina Kirchner, ratificados y profundizados en la actual gestión de Cambiemos, nos demuestra que frente al lobby de las corporaciones del mega cemento hidroeléctrico, como a la cultura de corrupción que las oscurece -caso Odebrecht-, o las actuaciones difusas, poco comprometidas y menos independientes, por parte del Ministerio de Ambiente de la Nación, nos interpela a la extrema necesidad de convocarnos los movimientos ecologistas en su más rica diversidad y en toda la cuenca del Plata en los territorios en los que desplegamos nuestra militancia y compromiso social, a articular aún mucho mejor y mas creativamente las acciones de incidencia social y política.
Pero en el ahora, hoy, en éste 14 de marzo de 2018, el pueblo de Entre Ríos no puede dejar de celebrar, en una extraña soledad global y aún esperanzadora, el ser el territorio en el mundo que puede esbozar una sonrisa suave de alegría y agradecimiento para con aquella sociedad movilizada, ésta libertad de sus ríos desde su máxima protección legal y constitucional. Fueron y son dos años inolvidables, 1997 y 2008, Ley de libertad de los ríos y reforma Constitucional.
La historia del movimiento social que liberó a nuestros ríos, sus gentes y territorios de los procesos corporativos y fusiones transitorias de empresas monumentales, como de los intereses imperiales que pretendieron represar el maravilloso Paraná, es un ejemplo de que la democracia participativa y social, apropiada por los pueblos y organizada en el respeto de la escucha, el compromiso y el estudio desde los diálogos de saberes, puede lograr resultados y victorias originariamente utópicos.
Ese ejercicio de alianza, de red, de nube entre nuestros comunicadores, docentes, organizaciones ecologistas, asambleas, vecinales, trabajadores, paso a ser como un ola esculpida de la diversidad del arco iris, y así bella e indestructible. Esa potencialidad creativa duerme en la paz despierta de dirigentes, poetas y escritores comprometidos por la defensa de los reinos de vida, como profesionales, académicos, algunos políticos también, que no se entregan a las coyunturas de la luz tramposa de la gran ciudad de los aires no tan buenos.
«… Entonces no es menor, ahora, poner sobre la mesa de lo público, en la escala nuestra, aquí en la tierra de los “ríos libres para pueblos libres”, el recuerdo viviente de aquellos seres que están con nosotros en y junto a sus ríos.
La memoria de los tres ríos los trae una y mil veces. Clara Páez Allende de Berduc, Juan de Dios Muñoz, María Cura, Anacleto LLosa, Eduardo Basso del Pont.
Esa sinergia de libertades en ejercicio aún nos permite disfrutar una Entre Ríos que celebró los 20 años de la libertad de sus aguas, que no se rinde para recuperar las perdidas y volver a esculpirlas con las esperanzas de las juventudes comprometidas con la militancia social y política. Un pueblo que está vivo para decir No y también Sí, “Entre Ríos Si, entre represas No”, memoria debida y expuesta en un reciente artículo titulado «Entre Ríos y sus libertades».
Para los movimientos sociales y organizaciones ecologistas esta claro que no vamos a poder recuperar el bienestar de nuestras cuencas hidrográficas y lograr una gestión equitativa y sostenible de los ríos, si no se conforman los comité de cuencas en los ríos Paraná y Paraguay en Argentina, si el denominado PIECAS en el Delta no ingresa en una etapa creativa y comprometida para liderar una gestión responsable, seria, de ejercicio pleno de la democracia participativa y el federalismo de concertación, para lo que, finalmente, resulta prioritario e inapelable, la urgente sanción de la ley nacional de protección de los humedales, iniciativa abusaba y herida impunemente por los apropiadores de promesas vacías y actitudes oscuras expuestas en cada uno de sus hechos legislativos.
Celebramos contemplando la libertad del río, con los ojos mas que abiertos.
*Abogado, especializado en Derecho Ambiental.»