El tramo de calle México que bordea la Plaza Carbó, detrás de Casa de Gobierno, no sólo es territorio exclusivo de los legisladores -allí sus vehículos aparcan sin tener que disputar espacio con cualquier hijo de vecino- sino que además casi todas las mañanas la doble fila es moneda corriente. De modo que queda una línea finita de transitabilidad por el que los automovilistas deben hacer malabares para poder avanzar.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.