La Justicia le negó al exsenador provincial justicialista Mario Alberto Yedro la posibilidad de viajar a la República Oriental del Uruguay a visitar a un amigo por cuanto está bajo el regimen de libertad condicional y sobre él pesan todavía una serie de restricciones, una de esas es la imposibilidad de salir del país.

Yedro, condenado por enriquecimiento ilícito en 2005 a una pena tres años de prisión de ejecución condicional, el pago de una multa de 90.000 pesos, la inhabilitación por el término de 10 años para ejercer cargos públicos y el decomiso de un campo de 2.164 hectáreas ubicado en Raíces Norte, en el Departamento Tala, valuado en 7  millones de dólares, había terminado finalmente en prisión en 2016 por haber entorpecido la transferencia de esa propiedad al Estado entrerriano, que recién pudo asumir el control en 2011.

Pero el encarcelamiento duró hasta diciembre de 2017: desde entonces está con libertad condicional, antes de cumplir la condena de 4 años y 6 meses que le habían aplicado en marzo de 2016.

Yedro, que fuera senador provincial justicialista entre 1995 y 1999, y a quien en 2005 la Justicia halló culpable del delito de enriquecimiento ilícito, terminó finalmente preso el lunes 21 de marzo de 2016. Fue a consecuencia de su negativa a entregar un campo que la Justicia le decomisó.

El exsenador argumentó que la expropiación había sido irregular, y siguió explotándolo en su provecho. Más aún, en setiembre de 2010 pidió a la Justicia que ese campo le fuera devuelto. Argumentó que había sido condenado  a él por enriquecimiento ilícito, pero terminó condenando a un “tercero”, la sociedad Delrubio y Hunmendi, que era propietaria del campo en litigio.

Esa sociedad estaba integrada, además de Yedro, por sus hijas, Fátima, Luciana y Lara, quienes pasaron a formar parte del consorcio en 2003, tras la separación del exlegislador de su esposa, Silvia Torres. Esta última cedió a sus hijas –en forma gratuita– su participación accionaria. El 3 de abril de 2003, y ante escribano público, Yedro y Torres hicieron el reparto de bienes; el mismo día y ante el mismo escribano, Daniel Corsini, la mujer donó a sus hijas su participación accionaria en la empresa.

La Justicia no le dio la razón. En vez de eso, se le abrió una causa por usurpación, y la condena en el fuero Civil se unificó con la anterior, dictada en el fuero penal, y terminó convirtiéndose en efectiva.

Si bien el fallo del juez Correccional de Nogoyá, Miguel Ernesto Ramos, fue apelado, finalmente el Superior Tribunal de Justicia (STJ) dio por concluida esa discusión, y confirmó la sentencia de primera instancia, y por eso Yedro terminó en la cárcel el 21 de marzo de 2016.

En prisión, Yedro se convirtió en un reo modelo: hizo cuanto curso propusieron las autoridades del penal, y se convirtió «en un líder positivo» para el resto de los presos, según explicó Marcela Gambaro, secretaria del Juzgado de Ejecución de Penas de Paraná, cuya titular, Cecilia Bértora, firmó, en diciembre de 2017, la libertad condicional para el exlegislador. Pero dijo que la medida no fue «un privilegio», sino que se aplicó normativa vigente.

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«Se otorga libertad condicional a todo preso que haya cumplido un determinado período de pena, y que tenga informes favorables, de un equipo técnico, ya sea del Servicio Penitencia o del propio juzgado. Primero había pedido prisión domiciliaria, que se le negó. Pero cumplido el plazo, solicitó la libertad condicional y se le otorgó. La ley dice que cumplido la mitad del período de condena, se pueden otorgar salidas sociofamiliares; y cuando se han cumplido dos tercios, puede acceder a la libertad condicional. Esos períodos se acortan en función del comportamiento que haya tenido en el penal: realización de cursos, capacitación, etcétera, y además que haya informes favorables», explicó.

Ya con libertad condicional, Yedro quiso ir por más y pidió autorización para ausentarse del país y viajar al Uruguay. Lo pidió el 14 de marzo último, a través de su defensor, Ignacio Mullor. Pero la jueza Bértora se lo negó, y Yedro, disconforme con esa medida, fue con un recurso ante la Cámara de Casación Penal, que el 11 de abril terminó confirmando la resolución de la magistrada. Casación consideró «inadmisible» la pretensión del exlegislador peronista.

Yedro estuvo alojado en las primeras horas del lunes 21 de marzo de 2016 en la Unidad Penal de Gualeguay, pero dos días después fue derivado a la Granja Penal El Potrero, de Gualeguaychú, donde permaneció hasta que salió en libertad condicional, en diciembre pasado.

 

 

 

 

 

Ricardo Leguizamón

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.