El mayor sindicato docente de la provincia, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), expresó su solidaridad con los sobrevivientes de abuso del cura Justo José Ilarraz, quien desde el 16 de este mes está siendo sometido a un juicio oral por siete denuncias por graves hechos de corrupción de menores ocurridos en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo.

«Desde Agmer acompañamos solidariamente a las víctimas. Romper el silencio es necesario, para lograr justicia y  quebrar la impunidad», dijeron desde el sindicato de los maestros. La expresión de acompañamiento surge por cuanto tres de los siete denunciantes del cura Ilarraz son docentes. Todos soportaron los abusos siendo niños, y estando como pupilos en el Seminario de Paraná, donde Ilarraz fue prefecto de disciplina entre 1985 y 1993.

«En estos días se lleva adelante en Paraná la causa que investiga los delitos de abuso sexual cometidos por el cura Justo José Ilarraz, en el Seminario Arquidiocesano de esta capital provincial. Siete sobrevivientes, hoy hombres adultos, son los denunciantes que lograron llevar a la Justicia el horror que vivieron cuando todavía no habían alcanzado la mayoría de edad», recuerda un pronunciamiento que firma Mario Bernasconi, secretario de Derechos Humanos de Agmer.

«De esos sietes denunciantes, tres son docentes y llevan adelante una de las causas más emblemáticas por pedofilia -añade-. Esta Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) milita un fuerte compromiso en torno a la problemática del abuso sexual infantil que, sabemos, puede ser caracterizado de pandemia. Desde nuestra entidad hemos apoyado y difundido el protocolo de actuación para  casos de abuso sexual infantil; este año lanzamos nuestra agenda institucional haciendo eje en este tema, con recomendaciones acerca de cómo prevenir y actuar ante un delito aberrante como éste».

Y agrega el pronunciamiento sindical: «Consecuente con este compromiso, nuestro sindicato no puede permanecer ajeno a esta causa, porque sabemos del proceso doloroso y muchas veces solitario que deben realizar las víctimas para contar lo que les pasó y denunciar al  abusador. Al hacerlo, se convierten en sobrevivientes que exigen justicia».

Así, desde el sindicato docente «queremos expresar nuestro acompañamiento y solidaridad con los denunciantes, como una manera de brindarles nuestro apoyo en esta pelea –a veces desigual- que llevan adelante y de romper el silencio que en estos casos sólo revictimiza a los sobrevivientes y favorece la impunidad».

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.