El cardenal Estanislao Esteban Karlic (92 años) está citado para que testifique en el juicio al cura Justo José Ilarraz para el viernes 4 de mayo.
Karlic fue quien lo ordenó cura a Ilarraz en 1984 -incluso ambos convivieron por un tiempo breve en la residencia episcopal de la Costanera Alta-; en 1985, lo designó prefecto de disciplina en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, función que Ilarraz retuvo hasta 1993.
En ese período, mientras fue prefecto de disciplina, ocurrieron los hechos que denunciaron 7 víctimas en la Justicia: los abusos y la corrupción de menores, que permanecían como pupilos cursando el ciclo básico de la escuela secundaria en el denominado Seminario Menor.
Maximiliano Hilarza tenía 13 años cuando Ilarraz lo abusó. Así lo contó en la Justicia, cuando declaró, la primera vez: «Que un día, siendo alrededor de las 0 horas, mientras estaba durmiendo en el pabellón, junto a sus compañeros de primero y segundo año, Ilarraz se le acercó a la cama, se metió debajo de las sábanas y comenzó a hablarle de la amistad profunda que había entre los dos y, a medida que iba hablando colocó su mano sobre su vientre y rozaba el calzoncillo, hasta lograr excitarlo, luego le bajó el calzoncillo y lo comenzó a tocar, a masturbar y lo besaba en el rostro y el cuello. Luego tomó su mano la puso debajo de su calzoncillo y le hacía que lo masturbara».
Karlic dice que supo de los abusos de Ilarraz cuando ordenó investigarlo, en 1995. Uno de los que testimonios que escuchó fue el del entonces seminarista Eduardo Jacob, más tarde rector del Seminario de Paraná, pero que no se convirtió en denunciante de los abusos.
Esa investigación de Karlic concluyó en 1996, con el testimonio de cuatro víctimas y de varios testigos, y la aplicación de la sanción del destierro para Ilarraz. «Como consta en la documentación entregada, al Pbro. Ilarraz se le puso como pena la prohibición de estar en el territorio de la Arquidiócesis, ejercer el ministerio en ella y tener contacto con los seminaristas. Esta medida se tomó como consecuencia de que se dieron por acreditados los hechos denunciados, que fueron admitidos por el Pbro. Ilarraz ante mí y de los cuales me expresó su arrepentimiento», dice la declaración por escrito de Karlic.
En la Justicia, además, agregó que «en cuanto a la contención o apoyo dado a los seminaristas menores, expresa que dicha tarea fue asumida por el entonces Padre Puiggari, en su condición de rector del Seminario». Y en relación al aviso a las autoridades de la Justicia provincial ante la posible comisión de un delito, expresó el cardenal que «estos actos fueron callados por los menores. Cuando los comunicaron manifestaron vergüenza, se respetó la voluntad de ellos y se les manifestó que dieran noticia a sus padres. Se consideró que era fundamental respetar el interés de ellos. Asimismo en cuanto a los padres de los seminaristas menores, trató el padre Puiggari, cada caso conforme a la voluntad de los interesados, entendiendo que en algún caso se negaban a que sus padres fueran informados».
Cuando le preguntaron -por escrito- desde la Justicia cuántas veces se entrevistó con Ilarraz después de los hechos denunciados en el Seminario, Karlic dijo no recordarlo. Dijo que sólo recordaba haberlo encontrado en Roma, mientras él vivía allí y, a su regreso a la Argentina, «no podría precisar, posiblemente en Buenos Aires». Y respecto de los abusos, dijo el cardenal que Ilarraz en principio «los negaba absolutamente, más tarde admitió su responsabilidad y pidió perdón. En relación a la credibilidad de los denunciantes le dio el valor de una sospecha, como ocurre a cualquier persona que debe juzgar y a partir de ella, ordenó la investigación que concluyó en la sanción aplicada».
De todo eso, Karlic deberá dar testimonio en la Justicia, y responder las preguntas de los dos fiscales, Álvaro Piérola y Juan Francisco Ramírez Montrull; de los siete querellantes, Marcos Rodríguez Allende, Walter Rolandelli, Santiago Halle, Victoria Halle, Milton Urrutia y María Alejandra Pérez;del defensor Jorge Muñoz; y de los tres jueces, Alicia Vivian, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel.
El tribunal lo citó para este viernes 4. Pero el defensor de Karlic, Marciano Martínez, consideró imprudente esa citación. El letrado reiteró que el cardenal “tiene derecho a declarar por escrito” y que en este caso no se cuidaron las “formas” con el anciano y una de las máximas autoridades de la Iglesia Católica de Paraná. “Es una persona muy enferma, tiene 92 años, tiene dos operaciones, es enfermo de cáncer y de muchísimas otras enfermedades”, planteó Martínez.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.