Juan Pasinato es maestro en la Escuela N° 84 Cristóbal Colón de Distrito Chiqueros, departamento Nogoyá.

El maestro Pasinato y sus alumnos van a clase a caballo, el único modo de transitar caminos que a veces -casi siempre- se ponen ariscos.

El maestro Juan Pasinato y sus alumnos, rumbo a clase.

 

Andrea Foos es maestra, personal único en la Escuela N° 82 Estanislao López, en Colonia N° 21, del departamento Nogoyá.

 

Su escuela le queda a tres kilómetros de camino de tierra de su casa.

También a 3 kilómetros está la Escuela N° 84 Cristóbal Colón, donde Juan Pasinato es maestro: allí asiste el hijo de Andrea Foos, a cuarto grado.

En la escuela de Andrea Foos todavía no hay cuarto grado. Todavía no hay alumnos de primaria. Sólo cuatro nenes de nivel inicial.

Va a caballo a la escuela la maestra. A veces, camina. En ocasiones, en tractor.

«Voy a caballo, siempre que no esté lloviendo. Esta semana fui caminando. Otro día fui en tractor, porque el camino ya estaba rehuelleado por los productores que deben sacar la leche hasta Maciá, que está a 16 kilómetros», cuenta.

Andrea Foos es maestra de una escuela con personal único, como ocurre en la mayoría de las escuelas rurales de la provincia. Una escuela que por estos días está sin luz, y sin luz, no cuenta con agua potable.

«Desde que empezó a llover, estamos sin luz en la escuela: voy y vengo todos los días con los alimentos que necesitan frío, porque la escuela tiene comedor y copa de leche. El problema de la luz es solamente por la instalación de la escuela, porque muevo la llave y al toque vuelve a saltar. Así que hemos trabajado con la luz que entra por la ventana. Esta semana, los chicos tuvieron que llevarse su botellita de agua, porque el agua no es potable y la del bidón ya se terminó y obviamente hasta que no pueda ir en vehículo, no puedo llevar otro de repuesto», detalla.

Andrea Foos: todos los días viaja a su escuela a caballo.

Sus alumnos son cuatro nenes de nivel inicial. No tiene matrícula en nivel primaria, y esa es una cuestión que da cuenta de la realidad del campo: casi no quedan jóvenes, la mayoría emigra. «La mayoría de la gente joven son peones. Pero en la zona sólo ha quedado en su mayoría gente muy grande ya», describe la maestra.

A su escuela van cuatro alumnos de la zona, todos de nivel inicial.

Andrea Foss saca cuentas a futuro: «Tengo 4 niños de nivel inicial, todos de la zona. O sea que el año que viene ya voy a tener uno en primero y para el otro año, dos más».

Después, cuando sus alumnos concluyan la primaria, les quedará el camino abierto para ir a formarse en la Escuela Agrotécnica de Maciá -que cuenta con internado-, o emigrar.

En Entre Ríos hay 1.024 escuelas primarias estatales, de las cuales 832 son rurales y de islas. El 85 % de las escuelas primarias son rurales. Del total de escuelas rurales, 25 están ubicadas en zonas de islas: algunas son flotantes, otras sobre pilotines y otras sobre terraplén.

De acuerdo a los números oficiales del Consejo General de Educación (CGE), de las 832 escuelas rurales y de islas,  55 establecimientos tienen un solo alumno; y otras 32,  2 alumnos.

En sitios donde los camino son complicados, el caballo es un buen aliado para ir a clase.

 

 

 

 

Fotos: Gentileza La Lucha en la Calle.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.