La Escuela Primaria N° 40 Recuerdos de Provincia se encuentra en el acceso a la ciudad de La Paz; asisten 157 alumnos y comparte el edificio con la Escuela Secundaria N° 10. Son lapaceños de los barrios Fátima, Joaquín Orué y La Milagrosa, también del ejido, decenas de ellos recorren a pie caminos vecinales o de la Ruta Provincial N° 1 para asistir a clases. Son familias de laburantes, de peones rurales, empleados municipales, trabajadoras en casas particulares, policías, maestras y trabajadores informales.
La comunidad pelea día a día por más escuela pública. Es una de esas escuelas en que los vínculos se fortalecen por varias vías: quienes egresan de la Primaria N°40 suelen continuar en la Secundaria N° 10; muchos docentes trabajan en ambas escuelas; entre los padres se encuentran adultos que también son trabajadores en esas mismas escuelas; buena parte de sus actores también se encuentran en otros ámbitos de participación ajenos a ella. La directora de la primaria y el rector de la secundaria (Aurora y Enrique, respectivamente) son egresados de la Primaria N°40 Recuerdos de Provincia.
Es otra escuela entrerriana que pelea por enseñar y aprender en condiciones dignas. Una de esas disputas es a través del proyecto de alfabetización institucional en el que también está involucrada la bibliotecaria, con acciones enfocadas en acompañar a los maestros en el abordaje de la literatura, organizando itinerarios de lectura de textos literarios desde Inicial a sexto grado. Además, desde la biblioteca organizan mesas en cada recreo, dejan los libros a disposición de los chicos para que puedan mirarlos, leerlos, elegir alguno para llevar a su casa.
Otra gran pelea cotidiana es por la escolaridad de niños con patologías muy delicadas (como linfoma de Burkitt, por ejemplo), de esas que solían sacarlos de las aulas y aislarlos de su propia vida colectiva. La escuela apuesta con firmeza a que asistan, esto implica asumir la enorme responsabilidad que cada patología implica, atender sus recaudos sanitarios, sus tiempos y superar los prejuicios que las acompañan.
También hay disputas que se expresan en jornadas heroicas, bien puntuales y memorables. Un día de 2009 la comunidad colgó en el frente un cartel que decía “Necesitamos aulas”. Ese mensaje expuso con caligrafía de escuela la ausencia del Estado en políticas de infraestructura. Aparentaba ser un cartel sencillo pero no lo era, pues activó un intenso proceso de lucha sostenido por la gente que concluyó en la construcción de más espacios. Ambas escuelas siguen creciendo, desarrollan educación física en un terreno contiguo que es ajeno a ellas, el comedor se transforma en aula a la tarde, el maestro orientador integrador de la Escuela N° 40 enfrenta dignamente los múltiples desafíos del rol pero bien merece que lo haga en un espacio específico. El estado no debería esperar a que la escuela escriba nuevamente en su frente “Necesitamos aulas” para atender este hermoso crecimiento.
Texto y fotos: La Lucha en la Calle.