La Municipalidad de Paraná dispuso este miércoles la clausura de la Arenera Toma Nueva ante la falta de habilitación correpsondiente.
La medida se enmarca en un plan de control que lleva adelante el área de Habilitaciones del gobierno de la ciudad sobre establecimientos comerciales que no cuentan con sus permisos en regla para funcionar.
No es la primera vez, sin embargo, que esa arenera, propiedad del emprersario Aldo Todoni, tiene problemas de habilitación.
En agosto de 2013, la Municipalidad de Paraná clausuró la chatarrería que los hijos de Todoni explotan sobre Avenida José Hernández, aunque luego la medida se revió y se le permitió seguir operando.
Pero a fines de ese año, 2013, y bajo el argumento de que la explotación de la Arenera Toma Nueva, propiedad también de Todoni, estaría obstruyendo la bomba de agua ubicada en esa zona, situación que llevó al gobierno de la ciudad a declarar la emergencia hídrica por 120 días, llevó a la intendenta Osuna a clausurar el negocio, y otra vez, como en el caso de la chatarrería, el empresario comenzó a presionar por el lado de los trabajadores que quedaron sin actividad.
El lunes 23 de diciembre de 2013, Osuna recorrió el sector de toma de agua en el barrio Los Arenales, a raíz de los problemas en el suministro de agua potable que afectaba a la ciudad, y aseguró que se tomaría la decisión de “hacer una fuerte intervención en relación a los particulares que, operando sobre la zona, modifican el borde de ribera y en consecuencia, dada la altura del río, afectan la toma de agua”, dijo y añadió: “Es indudable que una ciudad como la nuestra no puede estar dependiendo de intervenciones que bajo la faceta de negocios particulares afecten el interés general. Eso está en juego. Se sobre exige a la Municipalidad intervenciones y mantenimientos que son inexplicables y que queremos saldar por el bien de todos”.
No se dijo entonces de quiénes se trataba, pero ahora se sabe que esos particulares son la Arenera Toma Nueva, y el Astillero Lerch. Ambas empresas fueron clausuradas por esa situación.
La cédula de clausura, firmada por el entonces subsecretario de Habilitaciones, Concesiones y Uso de los Espacios Públicos, Federico Amore, decía que la Arenera puede ser responsable de un “posible perjuicio en la producción de agua”, en base a lo afirmado en un informe preliminar de la Subsecretaría de Saneamiento. De esa forma, los obligó a “abstenerse en forma inmediata de continuar con dicha explotación comercial hasta tanto se determine fehacientemente la incidencia del giro comercial en la previsión de agua potable”.
Ahora, la Arenera Toma Nueva otra vez luce la faja de clausura.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.