El Ministerio de Planificación Federal que encabezó Julio de Vido durante los 12 años de gobierno kirchneristas manejó la caja más abultada.
«Julio Miguel De Vido, porteño, arquitecto, ex empleado de Entel, criado políticamente en Santa Cruz, fue el encargado de manejar la billonaria caja por 12 años. Fue uno de los dos ministros -el otro fue Carlos Tomada, en la cartera laboral- que más tiempo se mantuvo en un gabinete nacional. Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) compilados sobre la base de los que consolidó el Ministerio de Economía, De Vido manejó en su gestión $ 740.560 millones», publicó hoy el diario La Nación.
Claro que el modo cómo gastó ese dinero –entre otras cosas, para tener una flota de 50 vehículos a su servicio, que entre otras tareas, tenían la misión de llevar y traer a almorzar a su familia y ocuparse de sus costosos pájaros– está ahora bajo investigación.
El otrora todopoderoso De Vido ahora está bajo la lupa.
«Ya acarrea tres procesamientos y más de $ 1000 millones de embargos, que incluyen hasta una parte de su dieta como legislador. Fue allanado gracias a la dispensa que le dieron sus compañeros de trabajo a la Justicia. Será un peregrino judicial, más aún cuando, de a poco, empiece a echarse luz sobre uno de los huecos más oscuros de la administración kirchnerista: el residual del Ministerio de Planificación», indicó La Nación.
El modo cómo gastó De Vido está en el ojo de la tormenta, y uno de los objetivos es el financiamiento que tuvo el Centro de Medicina Nuclear de Oro Verde, que se gestó durante la gobernación de un aliado que tuvo el exministro, el exgobernador Sergio Urribarri.
Así lo cuenta el matutino porteño: «También se usó esa caja para financiar el Plan Nacional de Medicina Nuclear, un programa para construir y equipar hospitales con aparatología nuclear. El primero se hizo en Entre Ríos, territorio aliado, entonces en manos del ex gobernador Sergio Uribarri; el segundo, en Río Gallegos. Hoy el plan está en plena revisión, no tanto por la necesidad o no de comprar este tipo de aparatos de alta tecnología, sino por los costos de contratación y por la discrecionalidad a la hora de decidir a quién se beneficiaba»
La administración Urribarri, muy volcada a los anuncios grandilocuentes, usó ese centro de medicina nuclear como uno de los estandartes de su gestión. «Va a haber un antes y un después con esta obra para la medicina. No sólo de Entre Ríos sino de toda la región e inclusive de la República Oriental del Uruguay. Este será un servicio de salud pública y todos aquellos que lo necesiten podrán acceder a los tratamientos que acá se van a brindar», expresó en octubre último Urribarri al referirse a ese emprendimiento encarado en forma conjunta por el gobierno de Entre Ríos, el Instituto de la Obra Social de la provincia de Entre Ríos (Iosper) y la Comisión Nación de Energía Atómica (CNEA), en el barrio El Triangular, de Oro Verde, a 11 kilómetros de Paraná.
El Centro de Medicina Nuclear y Molecular de Entre Ríos cuenta con una superficie de 3.500 metros cuadrados y representa un inversión de 404 millones de pesos, entre costos de la obra civil y la adquisición de equipamiento. Allí se desarrollarán acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento, docencia e investigación y habrá disponibles servicios de Oncología, Infectología, Neurología, Cardiología y Endocrinología, entre otros.
Se inauguró a mediados de octubre último, con una videoconferencia de la expresidenta Cristina Fernández.
“Muchos se reían y se mofaban. Decían que las obras no se iban a hacer. »
Las obras se hicieron, algunas, como el centro de medicina nucelar, otras no, como el estadio único. Y las que se hicieron ahora están bajo la lupa.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.
