El ajuste, el recorte de fondos, la falta de certezas, la encrucijada de la educación pública, el futuro incierto.
Todos y cada uno de los carteles que hoy portaban los estudiantes y profesores que se movilizaron desde Plaza 1° de Mayo hasta Casa de Gobierno no alcanzaban a dar dimensión de la zozobra que arropa a la Universidad pública en estos tiempos de contención del gasto público que ensaya el gobierno del presidente Mauricio Macri.
Los profesores se amargan con una paritaria salarial que los ubica a la cola de la inflación, los estudiantes, saben que el futuro se ennegrece con la decisión de parar obrar, frenar recursos para becas, para comedores, para investigación, para estudiar.
«Yo defiendo la universidad pública», se leía en un cartel, letras blancas, fondo rojo.
«Vos tan gato, yo tan yegua», decía en la remera blanca que llevaba una chica.
«Boleto estudiantil gratuito», pedía un pibe.
«Basta de ajustes», decía la pancarta de una chica con pañuelo verde al cuello.
«Más presupuesto educativo», era la consigna de Franja Morada, el brazo universitario del radicalismo, socio en Cambiemos del macrismo.
Y así.
Mezclado entre todos ellos -los profesores, los no docentes, los estudiantes, los maestros-, un ejercicio de raro ecumenismo: el exministro de Producción del urribarrismo, Roberto Schunk, imputado por defraudación al fisco en una causa que investiga el destino de más de $ 5 millones que el Gobierno entrerriano entregó a una empresa que, después, quebró. La empresa que iba a fabricar cosechadoras en la costa del Uruguay, pero que jamás puso una sola pieza a andar.
Fotos: Gentileza Viriginia Serotkin Molinas y César Pibernus
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.