Los tres obispos de Entre Ríos se reunieron hoy con el gobernador Gustavo Bordet con dos temas excluyentes: la situación derivado del consumo de drogas y el estado de la educación en la provincia.
“Hay dos grandes problemas en Entre Ríos y el país. Uno de ellos es el tema de la droga, donde hay muchos chicos, sobre todo más pobres, que no tienen ninguna posibilidad de conseguir ayuda en este campo. Entonces estamos queriendo las tres diócesis, a través de las redes de contención, abrir casas para poder recibir a los chicos que sufren este terrible flagelo. Y por otro lado, a través de Cáritas, estar siempre atentos en el servicio que brinda esta institución silenciosamente, pero todos los días del año”, dijo el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari.
Pero el obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, y el de Concordia, Luis Armando Collazuol, son los que tienen más experiencia en el tratamiento del tema de adicciones. En Concordia, precisamente, el padre Daniel Petelin, responsable de Caritas, tiene a cargo un dispositivo de atención ambulatoria para adictos. Y Lozano tiene a su cargo en el Episcopado la Pastoral de las Adicciones.
Luego del encuentro con el Gobernador, Lozano sostuvo que “sobre la cuestión de la droga, le hemos expresado nuestra preocupación que es común entre todos los obispos del país. Estuvimos viendo también algunas iniciativas que encaramos tanto desde la Iglesia Católica, como de otros cultos y también del Estado provincial para poder contar con algunos centros de atención de adictos. Sobre este tema estuvimos compartiendo información, preocupación y viendo anhelos y proyectos que estamos desarrollando en las diócesis”.
En tanto, Collazuol manifestó que «hay iniciativas desde el ámbito provincial, consistentes en centros de atención de día: uno en Concordia y otro en Colón, y desde la iglesia tenemos un centro, llamado Juan XXIII, que trabaja con cuatro etapas que los jóvenes van recorriendo. Es un centro de comunidad de vida, de recuperación, que está funcionando con muy buenos frutos. Ya hay jóvenes que están en la reinserción laboral, que es la última etapa del proceso. Gracias a Dios esto está funcionando y en diversas parroquias tenemos lo que se llama los ambulatorios que son previos a la internación y donde se procura hacer un trabajo conjunto no sólo con el adicto sino con la familia”.
En la atención de las adicciones, el Estado entrerriano tiene más anuncios y déficits que hechos concretos.
El cura Juan Carlos Molina, que dirigió la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), vino a Entre Ríos en el invierno de 2014 y acordó con el exgobernador Urribarri una política de atención sanitaria en adicciones: anunció que se construirían cinco casas educativas terapéuticas para atención y prevención de adicciones, financiadas por la Nación.
Esas cinco casas se ubicarían en Paraná, Concordia, Gualgueychú, Concepción del Uruguay y Colón. A eso, se agregaría un Centro Preventivo Local de Adicciones (CEPLA), de atención inmediata y derivación, en Paraná .
La inversión final de estos dispositivos en la provincia, que formarían parte del Programa Recuperar Inclusión, sería, se dijo, de más de 124 millones de pesos.
A todo eso, se agregarían los centros de tratamiento de adicciones y rehabilitación de la provincia, que forman parte del programa Recuperar Inclusión, que se construirían en Paraná y Concordia.
“Vamos a ponernos a trabajar para que los centros puedan cristalizarse rápidamente”, anunció entonces Urribarri.
Y el cura Molina agregó: “No queremos más pibes presos porque los encontraron consumiendo. Siempre el pobre es criminal, el débil, pero tenemos que cambiar ese paradigma” y destacó la labor que viene haciendo el gobierno para evitar y prevenir el flagelo de las adicciones.
Pero de aquel ramillete de construcciones y de esas millonarias inversiones, muy poco se hizo.
Oficialmente, se reconoce que en Entre Ríos hoy no hay lugar adonde internar a un adicto, primero porque lo prohíbe la Ley de Salud Mental, y segundo porque nunca se invirtió un peso en ningún centro.
El centro terapéutico que se anunció en 2014 que se construiría de forma ultraveloz en el barrio Anacleto Medina todavía no se concluye.
A mediados de mayo último, el intendente Sergio Varisco (Cambiemos) visitó el centro que se construye en barrio Anacleto Medina, reveló que “las adicciones son un flagelo que afecta fundamentalmente a nuestros jóvenes, y que desde el gobierno Nacional y Municipal queremos erradicar. Esta es una obra que está paralizada y que tiene que ver con la recuperación de los chicos, estamos contentos que Georgina Paulino, de Sedronar, nos haya visitado, esto se va a reactivar y se va a terminar esta obra y vamos a trabajar en la comunidad del sur de la ciudad que tanto lo necesita”.
Del resto de los centros que anunció Molina, poco más se hizo. No todos los que anunció.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.