El diputado provincial justicialista José Ángel Allende, líder de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), inició una guerra declarada con la ministra de Salud, Sonia Velázquez, y anunció hoy, en el acampe que el gremio inició hace tres días en Plaza Mansilla, que pedirá una audiencia al gobernador Gustavo Bordet para plantear sus críticas a la funcionaria.
“Tendremos que pedirle al Gobernador una audiencia para que nos explique cómo es que un ministro tiene más poder que un gobernador, y lo que decide el gobernador se desdice en el ministerio”, bramó Allende. Hablaba de las diferencias que hay entre UPCN y el Ministerio de Salud en torno al proyecto de Ley de Enfermería, que impulsó Allende desde la Legislatura. Aunque ese no es el punto principal del incordio.
“La nueva ley debería ser superadora de la anterior y éste proyecto no lo es”, dijo la ministra de Salud en un encuentro que mantuvo en Diputados en2017. Entonces, Velázquez aseguró que «son varios aspectos los que le faltan a este proyecto» y afirmó que la creación de una Dirección de Enfermería «no es posible» económicamente.
Los reparos de la ministra fueron respondidos hoy por Allende. Dijo que la iniciativa, que ahora está en la Cámara de Senadores, no sale no por oposición de los senadores. “Vayamos adonde tenemos que tocar el timbre: a lo de la ministra. Si la ministra sigue con ese silencio, lo vamos a hacer con el Gobernador”, adelantó.
Allende le respondió a los recelos de la ministra, pero fue mucho más allá.
Al dar cuenta del porqué de la instalación de la carpa en Plaza Mansilla –que este jueves sumó una gran cocina humeante, y una mesa en la que se sirvieron alimentos- aseguró que no se hizo sólo para reclamar por la Ley de Enfermería, sino para que “se termine con la persecución a la gente que está afiliada o a la que defiende UPCN. No sabemos qué le pasa a esta señora. Realmente no entendemos qué pasa por su cabeza”, aseveró.
En un tramo durísimo de su discurso, acusó a la actual ministra de Salud de haber motorizado un “complot” para hacer renunciar a su predecesor, Ariel de la Rosa, hombre del riñón de UPCN. De la Rosa dio un paso al costado luego del escándalo en la Colonia de Salud Mental de Diamante, que terminó con una denuncia judicial por coacciones contra el exministro, que irá a juicio el 22 de este mes. “Todos los cambios que se hicieron en Salud durante la gestión De la Rosa fueron para mejorar –aseguró Allende-. No se persiguió a nadie”.
Después, cargó contra el asesor legal del Ministerio de Salud, Germán Coronel, a quien acusó de haber sido “la mano ejecutora de Montiel cuando echó a gente”. Y agregó: “Lavate las manos si queres, porque sabemos que las tenes sucias. Este señor nos persigue absoluta y permanentemente a la gente. No puede estar como asesora una persona que, porque tenes una licencia gremial y sos de UPCN, te manda 15 días de descuento. Y después te deja sin sueldo”. Y aseguró que en Salud “hay despidos”, en elíptica referencia a las dos bajas que dispuso el Gobierno de suplentes extraordinarios que estaban trabajando al servicio de UPCN con sueldos del Estado.
Tildó a Velázquez de “ministra estrella” en un torno de sorna, y dijo que “nosotros tenemos que estar orgullosos de que Ariel de la Rosa sea de UPCN”, y “tenía su corazoncito con nosotros”. Y aseguró que para la actual gestión en Salud, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) estaría en el bando “de los buenos”, y UPCN, del lado de “los patoteros”.
Dijo que la “quema de la puerta de Casa de Gobierno”, en la revuelta de 2001, fue “ficticia”, porque mientras se hacía la protesta al frente, los dirigentes de ATE ingresaban por la puerta de atrás de la Casa Gris “a hablar con el Gobernador”. Entonces, volvió sobre Velázquez, y dijo que “esta señora, en esa época, era parte de esa estructura”.
Luego, hizo un análisis general y dijo que el país se encamina hacia el caos. “Tenemos que defender lo que tenemos, compañeros”, alentó. Y le dijo al Gobierno entrerriano que “si quiere hacer ajuste, que haga en el Ministerio de Salud, porque tiene muchos ñoquis”, apuntó.
Y sobre ese aspecto, cargó contra los médicos de los hospitales públicos que no cumplen «ni siquiera tres horas de servicio» por día, y habló del Servicio de Cirugía del Hospital San Martín donde hay profesionales que realizan «una cirugía por mes». Y agregó: «No van a laburar. Si no, que vengan y que digan cuánta gente han operado. Son cirujanos. O sea que es fácil buscar dónde están los ñoquis».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.