La conducción provincial de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) quedó partida exactamente al medio luego de la suspensión que le aplicara el órgano de conducción del gremio al secretario adjunto, Francisco Garcilazo, por inconducta.
Una vez aplicada la sanción a Garcilazo, por el término de 45 días, el dirigente pretendió recurrir la medida y fue con un amparo a la Justicia, que le resultó adverso. La suspensión supone un duro golpe a la lista que llegó a la conducción de ATE en septiembre de 2016, Anusate.
La alianza entre el dirigente uruguayense Oscar Muntes y Francisco Garcilazo, un municipal de Paraná, se quedó con el triunfo en las elecciones de ATE que se desarrollaron el 2 de septiembre de 2015. Pero la asunción de la nueva conducción no se pudo concretar sino hasta finales de 2016, cuando el Ministerio de Trabajo de la Nación saldó una impugnación que había presentado la opositora Lista Verde y Blanca.
OTROS TIEMPOS. Oscar Muntes y Francisco Garcilazo.
Desde aquellas elecciones, las autoridades de ATE Entre Ríos no habían podido asumir sus cargos por un entuerto jurídico: la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales del Ministerio de Trabajo había hecho lugar a un planteo de la Lista Verde y Blanca, que en Entre Ríos impugnó el resultado de las elecciones en seis seccionales: Uruguay, La Paz, Victoria, Diamante, Colón y Gualeguaychú, todas donde se impuso Muntes. En ese escenario, el extitular de ATE Entre Ríos, Miguel Pelandino, dijo entonces que su intención era reasumir la conducción hasta que se resuelva ese pleito legal. No pudo darse así.
La convivencia entre Muntes y Garcilazo se mantuvo hasta que las rispideces internas estallaron durante las elecciones en el Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), del 5 de julio pasado.
Luego de una serie de encontronazo con la Junta Electoral, ATE decidió institucionalmente no participar de la elección en Iosper. En particular ATE le pidió a la Junta Electoral que impugnara la candidatura de Fabián Monzón (representante de la Unión del Personal Civil de la Nación, UPCN, que finalmente se impuso en la elección), y que además sus miembros se apartaran por cuanto estarían en irregularidad. En paralelo, resolvió retirar sus candidatos que participaban en el agrupamiento activos del Poder Ejecutivo -Marta Galante, que compite con Monzón, acompañada de Marcial Herdt-; aunque el gremio también avalaba la candidatura de los municipales, Alejandra Villalba, de Colón.
Pero el secretario adjunto de ATE, Francisco Garcilazo, decidió mostrarse en una foto que abrió la polémica y desató internas hacia el interior del gremio: posó junto a Adrián Gómez, que se presentó por el agrupamiento de los municipales, en competencia con la candidata del gremio de los estatales. Gómez, finalmente, terminó imponiéndose en la elección.
LA FOTO. Garcilazo se mostró con una agrupación opositora en las elecciones de Iosper.
Enterados de la alianza de Garcilazo con Gómez, el consejo directivo provincial de ATE -del que forma parte el adjunto- dijo públicamente que el gremio decidió “no participar en la elección del Iosper en ninguno de sus estamentos así como tampoco apoyar a ninguna de las listas participantes”.
“De este modo desautorizamos cualquier tipo de manifestación que se realice en nombre de nuestra Institución a cualquiera de las listas, con lo cual lo único que puede existir son pronunciamientos personales que nada tienen que ver con las resoluciones que han tomado nuestros cuerpos orgánicos”, señalaron desde ATE.
Lo que siguió después fue la decisión de aplicarle al adjunto 45 días de suspensión. Y en la práctica, la medida supuso un quiebre de la alianza que había conquistado la conducción del gremio en 2015.
En 2019 hay elecciones nuevamente en ATE, y es una incógnita lo que ocurrirá con la agrupación Anusate.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.