No tiene escaparate la librería. Pero tiene un cartel en la puerta, alta, que da a calle Nogoyá, puesto el cartel sobre una pared con ladrillo a la vista. Dice: «Vaporeso Libros».

No tiene libros de autoayuda la librería, los clásicos que se venden con la prisa que el mercado necesita. No vende a Ludovica Squirru, ni las predicciones de Horangel, ni tiene a Bernardo Stamateas.

Pero adentro hay libros. Muchos. Una selección cuidada por el librero que está parado detrás del mostrador.

Vaporeso Libros tiene un eslogan que nació de una crítica con algo de desdén que lanzó un comprador que no fue:  buscó algo que no encontró en los anaqueles, y se fue con algo de fastidio. «Esto parece una librería de pueblo», lanzó.

A Joaquín Díaz la frase le pareció perfecta. Y la incorporó como propia, como la marca que necesitaba para su librería.

Vaporeso, entonces, se convirtió en «librería de pueblo», una frase que le otorga perfil propio.

Joaquín Díaz.

 

Vaporeso Libros ofrece, claro, libros, y también, en un espacio que acaba de construirse en la planta alta, en la amable sede en calle Nogoyá 310, talleres de composición literaria, de poesía, de corrección de textos, de encuadernación, de papeles marmolados, y también, en breve habrá un foro de psicología.

«Vaporeso es una librería autogestionada», dice Joaquín Díaz.

Vaporeso inició ahora una nueva etapa, después de un parate que duró un poco más de un mes, tiempo en el que el edificio fue sometido a refacciones.

-¿A qué público se dirige Vaporeso?

-El público que buscamos es el del lector que interactúa on las mismas lecturas que uno hace y disfruta. Desde esa perspectiva, incorporamos catálogos con los que  el publico se siente a gusto, disfruta de esa selección. Es un público universitario, de las Ciencias Sociales, un público joven, y contamos con un catálogo que se actualiza en función de las necesidades de ese público.

-Están fuera el circuito comercial, no abren todos los días, ¿cómo llegan a los lectores?

-Ahora hemos descubierto la herramienta genial de las redes sociales. A través de las redes sociales, siempre uno descubre nuevos lectores, y encuentra la posibilidad de generar muchos enlaces con nuevos clientes. Y  en verdad hay algo también que opera como mito, el boca en boca. Es verdad, nosotros abrimos tres días a la semana. Pero entendemos que la difusión va de boca en boca. Y ese boca en boca se vuelve masivo. Y se e que la gente que se va contenta con el material que consigue, y eso hace que vuelva.

Esa circulación, que empieza en las redes y sigue a través del camino más antiquísimo del boca a boca, encuentra un techo en la crisis que golpea al negocio editorial. La caída en la venta de libros roza el 42%. «Acá, nosotros tenemos un poco de baja en las ventas, pero por suerte entre el público joven, el libro no es un objeto de segunda necesidad, sino de primera necesidad. Un estudiante sacrifica un montón de cosas, pero no deja la lectura. No dejan de comprar, por suerte. Es ese público que se sigue formando», cuenta.

Joaquín Díaz se enorgullece del catálogo de libros que armó Vaporeso y que soslaya las tendencias masivas que ganan espacio en el circuito de librerías más comerciales. «No tenemos libros de los que se llaman de autoayuda -asegura-. Consideramos que la persona que necesita algo que le haga bien, acá lo consigue. Hace bien leer un buen libro de literatura, un buen ensayo de Filosofía. Pero no tenemos a Ludovica, por ejemplo, ni libros de autoayuda. Pero sí puedo recomendar a Hemingway como libro de autoayuda. Siempre tenemos material alternativo, y trabajamos en la posibilidad de transmitir el amor y el afecto a los libros como una posibilidad de sanación. Esa es tarea nuestra».

Se define a sí mismo como un lector de poesía. «En estos tiempos apresurados, la poesía es como el lugar de descanso. Siempre es bueno un hermoso poema para leer en la tranquilidad y disfrutar una tarde. Después, mis intereses en la lectura pasan por una mezcla entre los clásicos que uno sigue acumulando y encontrando cosas nuevas», asegura.

Libros clásicos, libros nuevos, libros de cuidada selección: todo eso y un poco más también se puede encontrar en esta «librería de pueblo»

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.