A través de los grupos de Cáritas, la Iglesia Católica está haciendo frente a la demanda en asistencia alimentaria de la población más vulnerable.
El trabajo se asienta en el cordón que rodea a Paraná, y se afianza en las parroquias que atienden espritualmente a barrios carenciados.
Un informe elaborado por la Pastoral Social del Arzobispado de Paraná, que dirige el exsindicalista del seguro José María Velázquez, da cuenta que en sólo siete parroquias se asiste a casi 900 personas con raciones de comida.
En la parroquia Cristo Peregrino, cercana al barrio Paraná XVI, se asite a 120 personas con viandas de comida los días lunes, miércoles y viernes a través del comedor parroquial José Gortaire.
En la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en La Floresta, se entregan viandas de lunes a viernes para 195 personas. También allí hay un merendero para 80 niños los días martes y jueves.
En la zona céntrica, la parroquia San Miguel Arcáncel, a través del comedor María Reina, atiende a la población de los sin techo: de lunes a viernes se da de comer a mediodía a 70 personas aproximadamente.
En la parroquia San Roque funciona un comedor los días miércoles por la noche. Allí se entregan más de 80 viandas. Luego,l un grupo de voluntarios lleva viandas a las personas en situación de calle. La distribución se hace en plaza de la Terminal de Ómnibus y en Plaza Alvear, sobre calle Laprida.
En Nuestra Señora de Luján en conjunto con la capilla Nuestra Señora del Divino Amor se da de comer a 150 personas.
En Santo Domingo Savio, en la zona sur de la ciudad, aunque no poseen comedor, sí se brinda asistencia a 69 familias con alimentos, ropa, colchones y elementos de limpieza. Tambíen tienen una copa de leche.
En la parroquia Santa Lucía, próxima a Santo Domingo Savio, se asisten a 73 familias con ropa y alimentos. Se asiste con alimentos a la Fundación 1000 días y a la Fundación Lázaro con alimentos, 50 kg. de harina y 10 litros de aceite.
En tanto, en el norte de la provincia, la parroquia Nuestra Señora de La Paz atiende a 200 personas con alimentos.
«Noosotros veníamos viendo cómo iba en aumento la demanda respecto de los alimentos en las distintas parroquias -dice José María Velázquez, responsable de Pastoral Social-. Y esto empezó a preocuparnos y empezamos a conversar con las distintas parroquias, incluso, pedimos informes para ver cómo estaba la asistencia. Este es el panorama que tenemos hoy. No podemos mirar para el costado. La pobreza sigue creciendo, la gente se va quedando sin trabajo. Y eso demanda también mayor atención hacia los más chicos».
La estrategia de asistencia de la Iglesia Católica desde los distintos comedores y merenderos se hace mayormente con aportes de los propios fieles. «En algunos casos, se está recibiendo un aporte mínimo del Estado -observa Velázquez-. Pero es el caso de pocas parroquias. Los demás son aportes de la propia gente. Sinceramente una vez más se ve la solidaridad. Lo que sí nos preocupa es que esto aumenta, y va a llegar un tiempo en que no vamos a poder cubrir más la demanda. Se necesita un encuentro con Acción Social del Gobierno para que nos ayuden a cubrir esta demanda».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.