El congreso de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), que este viernes sesiona en Concordia, arranca con un final ya conocido: la ratificación del paro de tres días aprobado este jueves por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), que se extenderá desde el miércoles 6 al viernes 8 de marzo. La nacionalización del conflicto se apoya en el reclamo a la administración del presidente Mauricio Macri de la reapertura de la negociación paritaria nacional docente, que se clausuró en 2016, cuando se dejó a las provincias negociar en forma directa con sus docentes.
De ese modo, las clases no comenzarán en forma normal el próximo miércoles 6 en Entre Ríos, aunque de momento es incierto si los congresales sólo votarán esos tres días de paro ya aprobados a nivel nacional por la Ctera, o si además agregan uno o más días de huelga para la segunda semana de marzo. Hasta anoche, había final abierto: el oficialismo de Agmer, que apunta a central el reclamo en la nacionalización del conflicto, no lograba reunir los votos suficientes para imponer su moción. Una buena cantidad de congresales llegará hoy a Concordia con la propuesta de continuar la protesta en la semana del 11 al 15 de marzo, con lo cual la vuelta a clases en la provincia se tornaría incierta.
La relación de fuerzas hacia el interior del congreso suele ser volatil, aunque el reparto de votos según las distintas agrupaciones es claro. Los afiliados de Agmer suman 30.874. Y los congresales, 126, repartidos así: Integración por un Agmer de Todos más la aliada Isauro Vive, de Concordia, tienen 66 congresales; el resto de las agrupaciones, con la Rojo y Negro a la cabeza, 60. De esos 60, 47 son Rojo y Negro, y 13 se dividen entre Ñandubay, Lista Blanca y la Agrupación Fuentealba.
Anoche, desde la conducción provincial de Agmer, y tras las votaciones de los mandatos en las 17 seccionales, observaban una paridad de fuerzas de cara al congreso de Concordia.
Escenario
Los docentes no sólo tienen demandas al gobierno de Macri. También hay una discusión salarial con la administración del gobernador Gustavo Bordet que está lejos de cerrarse.
El Ejecutivo hizo ya dos ofertas: la primera, un aumento del 15%, en tres tramos, entre marzo y mayo. La segunda, un incremento del 15%, aunque en dos tramos. Ambas fueron descartadas por los docentes.
Agmer pide que la discusión salarial arranque con una propuesta de recuperación de la “pérdida” de 2018 -33% de recomposición salarial frente a una inflación del 47,6%-, esto es un 14,6%. Sobre esa base, el gremio planteó negociar el incremento para 2019.
En 2018 los docentes cerraron un acuerdo salarial en dos paritarias, que al final supuso una actualización anual del 33%, que fijó el mínimo garantizado de bolsillo en $15.291. Pero la inflación fue del 47,6%, lo que supuso una pérdida de casi el 14,6%. Pero si se compara el ingreso docente con el costo de la canasta básica total que mide la línea de pobreza, las diferencias son más notables. El costo total en diciembre fue de $ 25.962, con una suba anual del 52,95 %.
El gremio cerró 2018 con una advertencia. El congreso provincial del sindicato, que se reunió el 3 de diciembre en Valle María, departamento Diamante, aprobó la pauta salarial del 11% dispuesta por la administración del gobernador Gustavo Bordet para el último tramo del año, aunque la declaró “insuficiente”. Pero no sólo eso. Los congresales de Agmer reclamaron que la apertura de la negociación salarial para el nuevo año fuera “a partir de enero 2019”, y dejaron una advertencia: “En caso de que el Gobierno no presente una propuesta salarial para la última semana de febrero de 2019, declarar el no inicio del ciclo lectivo”.
Claro que el Gobierno tiene habilitada la vía de la conciliación judicial para obligar a los maestros a suspender cualquier medida de fuerza y volverlos al aula. A esa herramienta acudió en dos oportunidades en 2018: lo hizo el 6 de abril, y encontró eco favorable en el juez laboral José Reviriego.
Echó mano de nuevo a ese recurso el 2 de noviembre, cuando volvió a negociar salarios con los docentes, y encontró acogida en la jueza laboral Gladys Pinto.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.