La semana concluyó sin definiciones para los estudiantes de dos carreras de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), los profesorados de Inglés y de Educación Especial, que fueron expulsadas del Complejo Juan Domingo Perón, donde se cursaron hasta 2018 y que de momento no tienen espacio donde ir.

La situación enojosa se produjo tras la determinación de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud de ocupar todo el Complejo Perón -en San Martín y Carbó- para dictar sus carreras, lo que obligó a Humanidades a salir a buscar soluciones. El clima de tensión se agravó por el enfrentamiento soto voce entre las decanas Estela Gross, de Ciencias de la Vida y la Salud, y María Gracia Benedetti, de Humanidades.

El viernes hubo una oferta que se conoció en medio de una asamblea y movilización de estudiantes a la sede de la Escuela Normal José María Torres, sede del decanato de Humanidades. La conducción de la facultad bajó a la calle y mantuvo un diálogo con los universitarios y comunicó las novedades: se permitiría que el Profesorado de Educación Especial permanezca en el Complejo Perón, y ocupe la planta baja, e Inglés se traslade a la Escuela Cesáreo Quirós. Pero no había garantías de que el lunes 25, cuando arranca el año académico, la infraestructura necesaria esté en orden.

Así las cosas, la zozobra volvió a reinar, y los estudiantes fijaron plazo de solución para este lunes, so pena de movilizarse hasta la sede del Rectorado, e intentar hablar con el rector Aníbal Sattler.

El diálogo en la calle entre universitarios y la conducción de Humanidades permitió poner blanco sobre negro sobre la génesis del conflicto. Daniel Richar, secretario general de la Facultad de Humanidades, expuso la situación ante los estudiantes.

Les dijo: «Como ustedes saben, la Facultad de Humanidades no generó este conflicto. Ninguno de los actores de la Facultad de Humanidades tomó una decisión unilateral, dejó un edificio y ocupó otro. Eso no lo hizo la gestión de Humanidades ni ningún actor de la Facultad de Humanidades. Fuimos víctimas de una decisión que hemos caracterizado como unilateral y arbitraria. Eso está claro. Pero también somos concientes de que esto no se trata de una lucha de una facultad contra la otra, porque en definitiva nuestra Universidad está atravesada por una problemática de falta de edificio que nos atraviesa a todas las carreras.  Poniéndonos en esta situación, nosotros decimos que el derecho a la educación universitaria es igual para quien estudia Enfermería como quien estudia Inglés o Especial. De ninguna manera podemos caer en esta idea de una facultad contra la otra. Sería bajar al peor de los infiernos, donde nosotros como gestión no estamos dispuestos a caer. No se trata de una pelea de pobres contra pobres. Hemos tratado de gestionar, muchas veces con el oído bastante cerrado de la otra parte, pero tratando de sostener esta cuestión de racionalidad”.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.