El informe está firmado por el médico Walter Aguirre, del Departamento Médico Forense del Poder Judicial. Dice: «La ausencia de signos radiográficos de respiraciones autónomas indica que la muerte se produjo en el seno materno».
El documento desmiente lo que hasta ahora era la voz más chillona en el sonado caso de una práctica de aborto no punible en el Hospital Delicia Concepción Masvernat, de Concordia, a finales de 2018. El viernes 7 de diciembre, el Obispado de Concordia distribuyó un comunicado en el que sostuvo, sin ambages, que “el bebé nació con vida y estuvo debatiéndose durante varias horas por seguir viviendo hasta que finalmente su corazoncito dejó de latir”.
«Ningún derecho individual puede justificar la eliminación de la vida humana del que no se puede defender. Cuando una mujer está embarazada, no hablamos de una vida sino de dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas. El derecho a la vida es el derecho humano fundamental”, planteó la Iglesia.
Pero entonces ya hubo una primera desmentida a ese aserto. La historia clínica elaborada en el Hospital Masvernat negó esas aseveraciones eclesiásticas. «Poco después de las 14 del 10 de noviembre de 2018, la menor GA expulsó el feto en el inodoro del hospital. Alertados por familiares, se hacen presentes médicas de la Guardia, quienes la asisten. Ese mismo día, “se entrega óbito” a personal de la Policía, a los pocos minutos de la expulsión, en frasco con formol. Eso dice la historia clínica.
Los equívocos sostenidos en forma pública por la Iglesia de Concordia derivaron en una demanda que le inició el abogado Pedro de la Madrid -representante legal de la familia de la menor GA- y que todavía se dirime en los Tribunales.
El eje del entredicho se centra en el documento que hizo conocer la Iglesia de Concordia, y según el cual el feto tuvo una “sobrevida” de “variashoras” en el Hospital Masvernat, aseveración que no encontró asidero en la historia clínica, ya secuestrada por la Justicia.
De la Madrid, representante legal de la menor de 13 años a la que se le practicó un aborto no punible en el Hospital Delicia Masvernat, de Concordia, intimó por carta documento al obispo a que ratifique sus dichos en torno a lo que ocurrió con esa práctica médica. Mediante envío del 11 de diciembre de 2018, hizo notar el letrado que el representante de la Iglesia mintió, y que de persistir en esa actitud, lo denunciará siguiendo los caminos del Código de Derecho Canónico ante las autoridades eclesiásticas, pero que además iniciará una demanda en la Justicia.
El viernes 7, el Obispado de Concordia distribuyó un comunicado en el sostuvo, sin ambages, que “el bebé nació con vida y estuvo debatiéndose durante varias horas por seguir viviendo hasta que finalmente su corazoncito dejó de latir”.
“Ningún derecho individual puede justificar la eliminación de la vida humana del que no se puede defender. Cuando una mujer está embarazada, no hablamos de una vida sino de dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas. El derecho a la vida es el derecho humano fundamental”, planteó la Iglesia.
La historia clínica elaborada en el Hospital Masvernat desmiente de forma categórica esas aseveraciones eclesiásticas. Poco después de las 14 del 10 de noviembre pasado, la menor GA expulsó el feto en el inodoro del hospital. Alertados por familiares, se hacen presentes médicas de la Guardia, quienes la asisten. Ese mismo día, “se entrega óbito” a personal de la Policía, a los pocos minutos de la expulsión, en frasco con formol.
El abogado hizo notar al obispo de Concordia que el pronunciamiento oficial de la Iglesia avaló “circunstancias claramente falsas, mendaces y cargadas de una morbosidad pocas veces vista en nuestra civilidad”.
El 19 de diciembre, De la Madrid le envió una segunda carta documento a Collazuol.
De la Madrid planteó que “acreditada la falsedad de las manifestaciones respecto de la morbosa manifestación realizada por Ud respecto de la sobrevida por varias horas, es que se reitera la intimación, con el solo ánimo que reflexione, pondere, medite, dado que representa a muchas personas”.
“Y voy a ser muy claro -afirma en la carta documento-, no se cuestiona su legítima posición en contra del aborto, sino que se reprocha que se utilice una macabra falsedad para justificarla”. Y agrega: “Y soy absolutamente claro, de no mediar un compromiso sincero y real de su parte, rectificando en forma amplia el severo error de sus manifestaciones, se accionará en todos los ámbitos, espacios y alcances que por derecho corresponden”.
De la Madrid señala que “no tengo intereses económicos, más aún en forma muy simple y con mi propia firma, le informo expresamente que las sumas que se obtengan de los daños y menoscabo que Ud. ocasionó serán donadas y entregadas a Unicef para que continúe asistiendo a chicos y chicas dañados por los abusos de toda índole”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.