El docente Roque Santana, supervisor de escuelas de jóvenes y adultos de los departamentos Paraná y Diamante, dejó sentada en forma escrita su disconformidad y rechazo a la imposición del Consejo General de Educación (CGE) para que todos los directivos apliquen una normativa que les exige informar respecto de qué maestros y profesores se adhieren a los paros.
El 4 de este mes, el Consejo de Educación dictó la resolución N° 2.566 que amplió el contenido de otra norma, la N° 2.565, dictada el 3 de julio de 2008, por la que se aprobó un manual de funciones de directores de escuela, y se les impuso el deber de informar sobre asistencia de docentes, con la vista puesta en sancionar con descuento salarial a aquellos que se sumen a las huelgas sindicales.
Santana dejó establecido su “disidencia y disconformidad a lo solicitado” y dijo que ya hay normativa que incluye la notificación de novedades docentes. “Por lo tanto, las novedades relacionadas con cargas de licencias, inasistencias y designaciones, se cumplen en un todo de acuerdo a las posibilidades objetivas y de hecho están regularizadas, inclusive cuando hay imposibilidades tecnológicas, con el fin de no truncar procesos de enseñanza aprendizaje”, señaló.
En una presentación formal que hizo ante el CGE, aclaró: “Como trabajador de la educación ejerzo mis derechos y cumplo las obligaciones y hago cumplir al personal que superviso según lo establecido en el Estatuto del Docente Entrerriano”.
“Reconozco que es facultad de quienes tienen la responsabilidad de gobernar hoy la educación impulsar normativas y generar políticas tendientes al logro de estos objetivos.
Dicho esto, cabe referir que desde mi rol de supervisor he observado y elevado las necesidades planteadas desde las instituciones escolares y centros educativos de la zona de incumbencia de mi supervisión. Las mismas son informadas periódicamente a través de las Planillas de organización, las cuales son giradas en tiempo y forma. Debo decir, nobleza obliga, no hemos tenido respuestas favorables a estos requerimientos”, aclaró Santana.
“Con total seriedad –agrega en su presentación–, reconozco el trabajo de los docentes y directivos, y quiero hacer constar que su compromiso con la escuela pública, los lleva a organizarse realizando tareas con el fin de lograr recursos económicos para la compra de elementos didácticos, zapatillas, útiles y bibliografía. Y debo decir también que realizan bingos, ferias americanas, campañas del calzado, de la leche, acompañan a los alumnos al registro civil a tramitar sus DNI, y también a controles de salud, esta es una razón más por lo cual considero que lo norma en cuestión se despreocupa de lo importante y urgente, que es resistir al vaciamiento de la escuela pública”, observa el docente.
Como la información que pide el CGE debe hacerse en forma electrónica, Santana pone el acento en la imposibilidad práctica de cumplimiento por cuanto se carece de la infraestructura para tal fin, “ya que no se ha dado respuesta favorable a los requerimientos de equipamiento tecnológico y didáctico, administrativo y de cargos docentes, que se solicitan”.
“Concretamente, los establecimientos educativos no cuentan con computadoras, internet, personal administrativo; ni las partidas económicas para el pago de estos servicios y compras de estos insumos. Por lo cual, no se puede realizar esta carga en horario y en ámbito laboral –apunta–. Con respecto a las medidas de fuerza resueltas por las entidades gremiales, manifiesto que como trabajador de la educación estoy sindicalizado en Agmer, encontrándome amparado por los derechos y garantías de la Constitución Nacional y tratados internacionales vigentes en nuestro ordenamiento jurídico”.
“Considero que no hay un incumplimiento de mis funciones como supervisor, ya que como consta en los informes que periódicamente realizo, estoy atento y ocupado en dar respuestas posibles para que las escuelas y los docentes que las integran puedan realizar su objetivo fundamental de enseñar y que los alumnos aprendan –añade Santana–. Hago constar que es constante y cotidiano el cumplimiento de mi rol y función como supervisor: firmas de actas acuerdos, relevamientos, acompañamiento constante de los docentes y directivos. Asimismo genero propuestas para el mejoramiento del desempeño docente y de conducción; sin un espíritu sancionatorio, por el contrario favorezco la capacitación y perfeccionamiento en servicio y valoro todas las experiencias innovadoras, que persiguen revertir los datos que a todos nos preocupan, o que nos deberían preocupar sobre los rendimientos escolares en general y en particular en la modalidad en la cual me desempeño”.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.