Por Pedro Gutiérrez (*)

 

Teniendo en cuenta que, según me contaron, en el congreso de Agmer fui considerado “un antisindical y funcional a Cambiemos” por no estar de acuerdo con la propuesta salarial que hizo el Gobierno provincial de Bordet a los docentes de Entre Ríos, y que, finalmente, “los que no son antisindicales ni funcionales a Cambiemos terminaron aceptando”, voy a justificar el porqué no me parecía una propuesta aceptable.

En primer lugar, si bien se tuvo en cuenta cancelar lo adeudado de 2018, que fue de un 11%, esa cancelación llegó tarde. Pasaron más de 4 meses hasta que se cubrió esa diferencia, con la pérdida lógica que ello implicó.
Por otro lado, ese 11% no se paga todo junto, porque, en realidad, se hace en dos cuotas: la primera, con los haberes de marzo (10%) y la segunda, con los haberes de mayo (el 1% restante).

Como es sabido, la inflación, para el primer trimestre, fue del 11,8%. Es decir que con el decretazo de Bordet, que aumentó un 10% el salario de los docentes, ya quedamos un 1,8% por debajo de la inflación. Claramente, perdimos frente al aumento de precios. ¿Se puede considerar, entonces, un aumento lo que otorgó el Gobernador? La respuesta es simple: no. ¿Por qué? Porque según la propuesta salarial, ese 10% corresponde a la primera cuota de lo adeudado de 2018. ¿Se entiende? En lo que va de 2019, no hemos recibido, hasta hoy, ningún incremento.

Continuando con este análisis se viene con los haberes de mayo (a cobrar en junio) la segunda cuota de lo adeudado de 2018 (1%) más un 11% que, supuestamente, corresponde a 2019. O sea que, en junio, conoceremos el índice inflacionario de los primeros 5 meses del año, y ahí podremos darnos cuenta de cuánto habremos perdido respecto a ese 11% de un, supuesto, aumento. Porque, como expresé más arriba, en el primer trimestre ya se superó el 11%, sin contar abril y mayo.

Los defensores de la propuesta argumentan que, en el mes de agosto, se va a “recuperar” lo perdido durante el primer semestre. Esto no va a ser así. Porque se propone “sumar” los índices inflacionarios de cada uno de los meses de enero a junio, pero, como todos sabemos, el aumento en los precios de los productos de la Canasta Básica Total (CBT) no suben bajo la premisa “no acumulativa” (suma), sino que los aumentos se van “acumulando” sobre el último precio. Y ahí ya hay otra diferencia más.

Sigo con mi planteo: si ya estamos perdiendo poder adquisitivo, hoy, y lo vamos a seguir haciendo hasta el mes de julio inclusive, ¿se puede considerar un “recupero” cobrar, con tanto retraso, la diferencia? Entiendo, humildemente, que no. Nadie nos va a devolver lo perdido. Para agosto, habremos transitado 7 meses del año con sólo un 11% de aumento. Insólito.

El supuesto recupero llegará tarde, como siempre. Como llegó el 1,3% de 2017 (un año después), o como se han venido dando los incrementos, por ejemplo, el 11% de 2018 que se cancelará recién en junio de este año.

Por eso, cuando desde la seccional Victoria se proponía reclamar un 35% de aumento (sin contar el 11% de 2018) para este primer semestre, con cláusula gatillo para el segundo semestre, fuera del 35%, algunos nos tildaban de exagerados. Pero con los datos sobre la mesa, hoy podemos decir que no estaba errado el análisis que nuestros compañeros hicieron en las asambleas.

La cláusula gatillo trimestral tampoco va a paliar el desfase que ya habremos acumulado en el primer semestre. Porque si no seguiremos con la misma lógica de correr, desde atrás, a la inflación.

Por eso, vamos a tener que comenzar a vislumbrar una nueva estrategia para 2020, ya que la actual negociación está cerrada. Tiempo hay. Ojalá que se pueda aprovechar. De una vez por todas, necesitamos un verdadero aumento salarial,  y no migajas o parches para disfrazar una verdad innegable: en la combinación de las políticas nacionales con las provinciales, los únicos perjudicados somos los trabajadores.

Y, por último, quiero hacer mención al primer párrafo del presente texto: si decirles a los compañeros docentes de nuestro departamento que la propuesta salarial que hizo Bordet no era aceptable  me convierte en un “antisindical y funcional a Cambiemos”, ¿qué decir de quienes militaban la aceptación? ¿Son, acaso, bordetistas? ¿kirchneristas? ¿propatronales? ¿Funcionales a la política del Gobierno provincial? Y si digo que la intención de los que militaban la aceptación era facilitarle la elección a Bordet, ¿es verdad?

¿Por qué no sólo podemos pensar diferente y analizar las propuestas con otras miradas y criterios?

Lo demás es historia. La propuesta ya se aceptó. Me queda la gran tranquilidad de que el 95% de los docentes de Victoria la rechazaron. Y eso nos debe reconfortar, un poco, a la hora de visualizar el deterioro que venimos sufriendo en nuestros salarios desde hace casi una década.

 

(*) Pedro Gutiérrez fue secretario general de la seccional Victoria de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). Se referencia en la agrupación departamental Lista Blanca. Actualmente es congresal departamental. El congreso provincial de Agmer, que sesionó el 24 de abril en Larroque aceptó, por 65 a 56, la oferta de aumento salarial del Gobierno.

 

Foto: Gentilez La Lucha en la Calle.