Por Revista Mate (*)
En el marco de los múltiples escraches que se realizaron por las redes sociales bajo la viral consigna “mirá cómo nos ponemos” y en torno a la denuncia de Thelma Fardín a Juan Dhartés por violación, en diciembre del año pasado un integrante de la revista, Tabaré Echeverría, fue escrachado por unx anónimx por tener actitudes machistas en una o varias asambleas. Motivo por el cual fue expulsado de la Mate. Toda decisión política feminista como la de una expulsión, no obstante, requiere de análisis críticos y balances que queremos compartir.
En primer lugar, es preciso relatar lo ocurrido para evitar confusiones y poner en palabras la experiencia que vivimos quienes hacemos a la revista. La foto que se publicó con motivo de escrachar a Tabaré, expresaba la incomodidad de algunas compañeras al compartir espacios en la facultad. Específicamente, se dijo que esa incomodidad se produjo por un descalificación verbal en una de las asambleas que se realizaron el año pasado, durante el proceso de tomas de facultades. La reacción interna de las pibas de la revista fue intentar conversar con quienes habían motorizado el escrache para poder conocer su visión de las cosas y resolver algo en torno a los hechos con cierta urgencia. Ya que, de ser necesario y vital, consideramos legítima la utilización del escrache como herramienta de denuncia y estrategia de cuidado. A pesar de no poder rastrear a dichxs compañerxs, decidimos asumir colectivamente lo sucedido y expulsar a quien fuera nuestro compañero.
Luego de un proceso de reflexión al interior del grupo, pudimos reconocer que tomamos una decisión apresurada y equivocada al publicar un comunicado que desvinculaba a nuestro compañero del medio. Lo cierto es que nos vimos desbordadxs puesto que estuvimos muy atravesadxs por la vertiginosidad del contexto nacional, la intensidad y cercanía de la situación, y la falta de tiempo para procesar los debates con herramientas feministas, precisas, que nos permitan discernir el asunto, diferenciando violación/ abuso sexual/ violencias/ actitudes machistas y medir, con rigurosidad, alguna sanción justa.
Es por esto que en un primer momento consideramos que era necesario manifestarnos públicamente a favor de las pibas, y que ese posicionamiento iba atado a la expulsión de nuestro compañero. Cuestión que hoy proponemos repensar e imaginar otras alternativas de solución posibles, a la luz de los debates en torno al punitivismo y el movimiento feminista.
Como sabemos, no existe un manual para estos casos y la salida se va construyendo horizontalmente, a través de experiencias y debates esencialmente políticos que venimos encarnando desde los feminismos. Entendemos que estos últimos hoy generan más preguntas que respuestas, y en el camino vamos ensayando otro tipo de vínculos, criterios y formas de hacer justicia y reparar los daños y desigualdades. Todo ello, a prueba y error. Queremos encontrar nuevas formas de relacionarnos que no eviten los problemas, sino que permitan poner en discusión temas complejos para aprender y transformarnos desde lo personal y lo grupal. Por eso entendemos que en algunos casos, la exclusión no es la mejor solución, sino poder acompañar las reflexiones de las personas con las que decidimos vincularnos.
En conclusión, hemos decidido y elegimos reincorporar a Tabaré al trabajo colectivo, como parte de un aprendizaje feminista que pondera la reflexión colectiva y crítica. Entendemos que se trata, esta vez, de una decisión pensada con tiempo que surge del diálogo entre todes les integrantes de la revista, incluido Tabaré. Quien no desmiente lo manifestado en el escrache, y acepta su responsabilidad.
(*) Revista Mate es un proyecto cultural, independiente y autogestivo realizado por un grupo de estudiantes de Comunicación Social de la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER) que surgió en 2017.