El Concejo Deliberante de Paraná aprobó este jueves sobre tablas y por unanimidad una iniciativa, presentada por los legisladores María Marta Zuiani, Karina Llanes, Emanuel Gainza, Carlos González (Cambiemos) y Luis Díaz (Frente Renovador), que promueve  la creación de un “Plan de Inclusión Integral y de Acciones de Reparación a Personas Travestis y Trans de la Ciudad de Paraná”.

Según el texto normativo, dicho plan “tiene por objeto la promoción y garantía del goce pleno de los derechos de las personas travestis y trans de la ciudad”. Y contempla el desarrollo de programas bajo los siguientes ejes temáticos: inclusión laboral, salud, educación, vivienda, acceso y ejercicio ciudadano, asistencia a personas trans víctimas de violencia; y acompañamiento a infancias, adolescencias y juventudes trans y sus familias.

El proyecto fue realizado por activistas travestis y trans, agrupaciones transfeministas y de disidencia sexual, siendo el resultado de un largo camino recorrido, en la búsqueda de consensos con los bloques del Frente para la Victoria y de Cambiemos, que posibilitaran la aprobación de la ordenanza, dijeron desde el colectivo Sexualidades Disidentes.

La ordenanza contempla la aprobación del Cupo Laboral Trans y el desarrollo de programas para abordar cuestiones vinculadas a la salud, a la educación, a la vivienda, al acceso y ejercicio ciudadano, a la asistencia a personas trans víctimas de violencia, y al acompañamiento a infancias, adolescencias y juventudes trans y sus familias. Asimismo, se crea la Dirección de Diversidad Sexual y Géneros en el ámbito de la Secretaría General y de Derechos Humanos de la Municipalidad de Paraná.

«El Estado debe tener una política activa real para que las personas travestis y trans tengan otras opciones de vida y de trabajo, y que la prostitución no quede como una única opción. El cupo laboral es una respuesta urgente a la situación de extrema vulnerabilidad social de subsistencia. Las personas de este colectivo sobreviven en un contexto de alta vulnerabilidad dónde muches ejercen la prostitución como único medio de supervivencia, tienen una expectativa de vida que no supera los 35 años y una realidad donde día a día se enfrentan a obstáculos estructurales para acceder al trabajo formal, como la falta de oportunidades reales, estigmatización y violencia», dijeron desde Sexualidades Disidentes.

El cupo laboral travesti-trans fue una iniciativa de la activista travesti Diana Sacayán, quien lo pensó como una estrategia para paliar la exclusión de sus compañeras. El 95 % de las travestis y trans están o estuvieron en situación de prostitución. Solo el 18 % han accedido a algún trabajo formal.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora