Buses Paraná, el consorcio que reúne a las empresas Mariano Moreno y Ersa Urbano, no consiguió este miércoles una respuesta afirmativa del gobierno municipal a un pedido de cancelación de una deuda del orden de los $40 millones y la situación pone en serio riesgo el compromiso de la patronal con los choferes agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de pagar este jueves la primera cuota del sueldo anual complementario (SAC).

«No hemos tenido definiciones», respondió Hugo Ruiz, gerente de Ersa Urbano, a la consulta de Entre Ríos Ahora respecto al resultado de la reunión de hoy con miembros el Departamento Ejecutivo Municipal.

Buses Paraná, la agrupación que reúne a las firmas Mariano Moreno y Ersa Urbano y que tiene a su cargo la prestación del servicio de transporte urbano de pasajeros desde julio de 2018, responsabilizó a la administración del intendente Sergio Varisco por el paro que afectó a 100 mil usuarios durante viernes y sábado últimos.

La prestación del servicio se normalizó a partir del domingo, luego de una asamblea de última hora que tuvo lugar el sábado por la tarde y en la que se resolvió dar marcha atrás con lo resuelto el viernes, cuando se dispuso votar la continuidad de la huelga hasta que las empresas abonasen el medio aguinaldo. El viernes se completó el pago de los salarios de junio y este jueves se abonaría el medio aguinaldo. 

El sábado, Buses Paraná emitió un comunicado en el que manifestó que existe un “compromiso del Municipio de abonar para el miércoles próximo el 20% de la deuda que mantiene con las empresas, lo que permitiría abonar el aguinaldo. Este compromiso ha sido informado por la Empresa a los trabajadores y estos han dispuesto volver al trabajo por lo que se nornaliza el servicio a partir de mañana” domingo 7. Ese 20%, un acumulado de reajustes y de compromisos por aplicación del Boleto Escolar Gratuito Urbano (Begu), supone una cifra próxima a los $40 millones.

Tampoco, dicen las empresas, el Municipio ha girado el pago del subsidio de $2,80 que empezó a regir el 16 de abril último -que permite a los usuarios pagar el boleto a $20-, y además hay diferencias por la entrada en vigencia de los últimos aumentos -de junio de 2018 y de abril de 2019- y la tardanza de SUBE en autorizar los aumentos.

La disputa se da en medio de otro reclamo empresario para empujar el precio del boleto en Paraná. El último aumento, que empezó a regir el 16 de abril pasado -los empresarios lo habían pedido en octubre de 2018- supuso elevar el costo del boleto de $14,85 a $22,80, aunque una línea de subsidio municipal de $2,80 dejó el costo al pasajero en $20.

Ahora, Buses Paraná pretende llevar esa  tarifa a $28, aunque ese valor regiría en caso de que el Estado otorgue una nueva línea de subsidio de $11 millones al mes. De lo contrario, el valor que han calculado se ubicaría en torno a los $35,80.

El planteo empresarial esta previsto que fuera debatido en la primera reunión del año del órgano de monitoreo y control del servicio, el Sistema Integral de Transporte Urbano (SITU), este miércoles 10. Pero a la reunión faltaron los representantes del oficialismo, tanto del Ejecutivo como del Concejo.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.