Es un hecho insólito y casi hilarante.
El Sindicato de Prensa de Entre Ríos, un sello hoy casi insignificante que no representa al grueso de los trabajadores de prensa de la provincia, salió a respaldar públicamente a la Iglesia Católica, y al modo de vida de las carmelitas descalzas de Nogoyá, ahora investigadas por la Justicia por supuestos malos tratos, privación de la libertad y aplicación de torturas, según denunciaron exmonjas.
La cúpula del gremio, que encabezan los dirigentes Carlos Ferreyra; Eduardo Martínez y José Couceiro, como beatos, se presentó ante la curia y dijo que en el tratamiento del caso hubo “torpeza periodística”. Así, el sindicato se erigió, por pura voluntad propia, en censor del trabajo de los medios, sin siquiera ocuparse de su función central, defender de la precarización a los periodistas y velar por sus derechos.
El Sindicato de Prensa envió una conceptuosa carta al arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, que rápidamente fue distribuida por la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).
En el texto, el gremio expresó su “profunda preocupación por el alto grado de torpeza jurídica, policial y periodística puesta de manifiesto”, en el caso del allanamiento al convento de las Carmelitas de Nogoyá por una denuncia por supuestas torturas en ese claustro.
El gremio consideró “lamentable que quienes deben administrar Justicia emitieran considerar su falta de potestad legal suficiente para ingresar en un convento bajo la jurisdicción de otro Estado, el Vaticano”.
“Es preocupante que periodísticamente no se hayan observado los principios básicos de la ‘doctrina de la real malicia’, que obligan a chequear la información en tres fuentes habituales y confiables”, advirtió.
Asimismo, aclaró que los responsables de la publicación “no integran el padrón de afiliados” a ese gremio, por lo que el Sindicato deslindó “cualquier tipo de responsabilidad moral o intelectual al respecto”.
“Rogamos a Dios ilumine a los responsables para que inicien el tránsito por el camino del arrepentimiento y la enmienda en procura del perdón cristiano”, concluyó.
Nada dice que un fiscal ya imputó a la superiora del convento, y que el Sindicato de Prensa nada tiene que hacer en el asunto.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.