Todos quieren acortar camino. Entonces tuercen el rumbo por cruces no permitidos. Eso pasa en el Acceso Norte a Paraná, donde casi nadie usa los retornos construidos a lo largo de su trayecto de poco más de 4 kilómetros. Los conductores usan atajos, y cruzan de un carril a otro por sitios riesgosos, no permitidos. Y en eso cruces, a veces ocurren atascos. El vehículo queda, literalmente, a mitad de camino.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.