El Centro Cultural La Hendija eligió afrontar de modo activo y original el aumento de tarifas del servicio eléctrico. Incluso antes de recibir las nuevas facturas, se realizó el lanzamiento de la “Novela de la luz”, una iniciativa dirigida a empresas, profesionales, asociaciones y a personas para suscribirse al catálogo de la editorial y recibir un libro mensualmente.
De este modo, La Hendija ya pagó una de sus facturas. Y pagará, seguramente, las siguientes.
“Hace muchos años que venimos sintiendo y contando que construir un proyecto autogestionario, en una ciudad cualquiera, implica incomodidades concretas que podemos llamar “superficie de contacto” con el Estado”, describieron al lanzar la propuesta y apuntaron que el nuevo marco tarifario, de luz y gas, en efecto pone en jaque las propuestas culturales autogestivas.
“Podríamos protestar airadamente, como lo hicimos en 1989 cuando Carlos Menem lanzó su plan de ajuste “Bunge y Born”, y nosotros recién empezábamos a andar. Pero en treinta años algo hemos aprendido, nos damos cuenta que esa energía es muy valiosa, sobre todo transformada en potencia creativa”.
La Hendija ya tiene su plan en marcha. “La Novela de la Luz” ofrece un catálogo de más de cien libros de diferentes autores de la región y de otras provincias del país. El propósito es doble: recaudar los fondos que hacen falta y ampliar el alcance del valioso material que va produciendo La Hendija en su versión más reciente que se desarrolla en el universo editorial autogestivo.
Asimismo, desde el centro cultural observan que hay aspectos que se pueden revisar y mejorar al menos para “no castigar” a los artistas, sino por el contrario ofrecer algún tipo de estímulo.
Concretamente se apunta a que la lógica del precio, en cuanto al feroz aumento a mayor consumo termina por resultar un brutal castigo al desarrollo y crecimiento del ámbito cultural. Un cepo a las actividades artísticas concretamente.
“Queremos pagar toda la luz que consumimos, no es nuestro deseo no pagar y tampoco que nos den un subsidio. Queremos abonar lo consumido pero con una tarifa plana, que consideramos lo más justo para las instituciones culturales y sin fines de lucro”, detallan los miembros de la Hendija en un comunicado emitido hace pocas horas.
“Cuando nosotros consumimos 1000 kw en vez de 500 quiere decir que hicimos el doble de actividad, que duplicamos los talleres con chicos y adultos, o que hubo dos veces más ensayos de teatro, danza o acrobacia, o que tuvimos el doble de recitales de música de nuestros creadores independientes, entonces pagaremos el doble de luz, pero los segundos, o los terceros o los cuartos 500 kw tienen que valer como los primeros, porque si no la mayor producción, el mayor trabajo de nuestros artistas, recibe un castigo en vez de un estímulo”, explican.
Se trata, en resumen, de una cuenta muy sencilla, “pero es más sencillo entender que la existencia de lugares como el nuestro está íntimamente unida a la existencia de una sociedad plural y diversa, donde la actividad artística sea una poderosa herramienta para la convivencia en armonía y respeto”.
En definitiva, La Hendija propone que “la necesidad de pagar todos los kw que consumimos al valor proporcional de los primeros kw de la tarifa social”.
PARA SUSCRIBIRSE.
La suscripción es mensual, de 200 pesos y el interesado elige dentro de un catálogo de más de 100 títulos de novelas, cuentos, poesía, material universitario. El libro lo recibe en su casa y ahí se efectúa el cobro. Pueden escribir a [email protected] o llamar al Tel: 4242558.