Eran las 17.Francisco llegó a esa hora a la parada de la Línea 10 ubicada en calle Carbó, casi Monte Caseros. Una vereda angostísima, en la que los pasajeros en tránsito tienen que poner atención a la circulación de peatones: unos y otros comparten un espacio excesivamente diminuto para circular. Pasaron los primeros 15 minutos de tolerancia y el colectivo no llegaba. Fueron 30 minutos, tampoco. Recién casi 50 minuto después llegó.
«Lo que pasa es que hay dos coches, nada más. El domingo, hay uno solo. Sacaron unidades», admite el chofer.
Es así: el fin de semana la frecuencia de los colectivos se extiende entre coche y coche, pero el domingo es el día con menos unidades en circulación en la ciudad.
El usuario -100 mil personas que a diario, de lunes a viernes, utilizan el servicio- ni siquiera cuentan con la aplicación #CuándoLlega, que suministraba información sobre los horarios de las distintas líneas. «La Municipalidad opera el servicio», dicen desde las empresas al explicar el porqué de la falta de funcionamiento de esa aplicación.
El 8 de julio de 2018, cuando comenzó a regir la actual concesión del transporte público de pasajeros en poder de Buses Paraná, la Municipalidad anunció que habría «una frecuencia de circulación de entre 12 y 15 minutos por unidad».
Los cambios que entonces se anunciaron incluían la instrumentación del servicio nocturno -que fue desactivado y a pesar de la intimación de la Municipalidad sigue sin funcionar- y el funcionamiento de la aplicación Cuándo Llega. «La app permite a los usuarios del transporte público de pasajeros saber cuánto tardará el colectivo en llegar a la parada donde se encuentren», anunció un poco más de un año atrás el gobierno de la ciudad. Hoy, nada de todo eso está en vigencia.
Desde julio el servicio de colectivos viene funcionando con interrupciones intermitentes debido a medidas de fuerza de los choferes por falta de pago de deudas salariales de los empresas. Buses Paraná aduce los incumplimientos en base al atraso tarifario y a la supresión de los subsidios por parte de la Nación, a partir del 1° de enero de 2019. Y que para funcionar sin déficit deberían incorporar un auxilio financiero mensual de $16 millones, con la actual tarifa $29.
El gobierno del intendente Sergio Varisco solicitó un auxilio de $16 millones al Ministerio de Transporte de la Nación, pero esa ayuda todavía no llega. Y el servicio se desmejora, y los usuarios soportan las consecuencias.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.