Por Víctor Hutt (*)

 

 

El Plan Mejoras Institucional era un plan establecido hace muchos años desde el gobierno nacional, como una forma de involucramiento presupuestario de la Nación en la educación secundaria a cargo de las provincias.

Consistía en un paquete de horas sostenidas con fondos nacionales que se utilizaban para abordar problemas de aprendizaje, con las cuales las instituciones teníamos herramientas para solucionar conflictos. Eran 12, 24 o 36 horas mensuales de acuerdo a la matrícula de las escuelas y además un fondo anual con el que podíamos comprar insumos para las escuelas.

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En 2013 y 2014 se llevó a cabo en Entre Ríos un importante concurso de equipos directivos. Allí valoramos la importancia del proceso de resignificación de la escuela secundaria, la necesidad de la inclusión y la obligatoriedad del nivel, las resoluciones nacionales que nos marcan el camino y las herramientas a las que podemos recurrir. Gran parte de los proyectos finales con los que terminamos la evaluación consideraban de vital importancia para el proyecto educativo institucional la utilización de las horas de Plan Mejoras Institucional.

Pues bien, páginas y páginas de estudio, páginas y páginas de proyectos que hoy pierden una de las herramientas fundamentales. Sin esas horas, perdemos un importante recurso ante dificultades de aprendizaje, ante acompañamientos pedagógicos y sin ese fondo que estaba incluido en Plan Mejoras se hace imposible sostener los gastos de las instituciones.

Deberemos recurrir a las cooperadoras, que debido al ajuste que lleva adelante el gobierno de Macri cada vez recaudan menor cantidad de fondos.

Sepan los argentinos que el gobierno de Macri ha dado un gran paso atrás en la historia de la educación secundaria, y con esto ha dejado a miles de docentes que cubrían estas horas sin trabajo. Esta situación de docentes sin trabajo en el Plan Mejoras se suma a la larga lista de despidos y como muchos otros despidos en el Estado, viene de la mano de una disminución en las prestaciones del Estado a los que más lo necesitan, a aquellos estudiantes que necesitan apoyo escolar y no tienen recursos para cubrirlos.

A partir de ahora, en el país gobernado por los CEOs, el que tiene problemas de aprendizaje y no tiene recursos deberá repetir o abandonar el secundario, el Estado no está al servicio de las necesidades del pueblo.

Y también nos dejó sin Plan Fines y sin Orquestas y nos pretende achicar las Universidades y sigue la lista de políticas de destrucción del sistema educativo público argentino. Y me atrevo a decir que no es por ahorrar recursos, porque no son tantos para el presupuesto nacional, es por pura vocación de negar la educación pública, es por pura convicción ideológica.

 

 

(*) Rector de la Escuela Secundaria Nº 12 “25 de Junio”, de Concepción del Uruguay.