El lugar está a 42 kilómetros de Ibicuy -a 346 kilómetros de Paraná, en el departamento Islas-: se llama Paraje La Argentina y en ese lugar, mordido por el río, está la Escuela Primaria N° 17 Manuel Pacífico Antequeda.

Ahí, en ese recodo de Entre Ríos, el río Paraná serpentea la costa, deja abundantes bancos de arena que son aprovechados por los barcos areneros.

La arena se extrae del río con tanta  saña que la costa se va erosionando. Sobre la costa está la Escuela N° 17, sus 5 alumnos, su director, Gustavo Racca, que pasa la semana ahí.

Desde la puerta trasera de la escuela ve cómo el río araña la costa, se lleva trozos de tierra. Ahora, la galería de la Escuela Antequeda está a 20 metros de la costa. Y cada vez queda menos de la costa: el río se va llevando todo lo que encuentra.

En 2018 se sumó la gran creciente del río Paranacito que mordió tierra firme y se llevó parte del camino que conecta el Paraje La Agentina con Médanos y con Ibicuy. La solución fue de manual: corrieron la traza del camino un poco más adentro.

Pero la escuela no se pudo mover. Sigue ahí. y con la erosión amenazante.

«Se va produciendo un desmoronamiento de la costa, y ya está tomando parte del terreno de la escuela», dice Abel Antivero, secretario general de la seccional Islas de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).

En 2018, la zonal de Arquitectura elaboró un proyecto de contención de la costa, que fue derivado a la Dirección de HIdráulica, y allí, asegura Antivero, espera los fondos necesarios para ejecutarse. La promesa es que la obra estará incluida en el Presupuesto 2020. «Pero no sabemos si algún ajuste hace que esto se postergue», evalúa.

Gustavo Racca ubica su escuela en el mapa regional: está a 7 kilómetros de Mazaruca, frente a las Islas Lechigunas, en el Paraná Ibicuy. «Acá, hace años andan unos areneros que extraen arena y hacen cavidades profundas en el río. La arena se reacomoda y produce erosión, que se suma a la que produce el propio río cada vez que hay sudestada. Se caen de a panes. Cada sudestada que tenemos, se cae medio metro de costa. Y ya está a 20 metros de la escuela. Es es la situación. Hace ocho años que estoy en la escuela, y desde entonces vengo pidiendo una estacada, una defensa costera, que no creo que salga tanta plata y solucionaría mucho este problema», cuenta.

La Escuela Antequeda funciona desde 1951 en un edificio que antes fue una oficina de Correos y el director busca que el Estado lo declare patrimonio cultural. De ese modo, piensa, habría un poco más de atención.

El secretario general de Agmer Islas entiende que no hay solo un proceso de erosión natural que va socavando la costa. Existe, además, sostiene, una extracción indiscriminada por parte de los barcos areneros. «Tenemos datos que el dragado en esta parte del río es directamente proporcional a los desmoronamientos. Por lo tanto, si el Estado no intercede lamentablemente en poco tiempo estaremos hablando que el río Paraná se llevó una escuela, y las casas aledañas”, planteó.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.