Empezó como un bache, de los tantos que aparecen en tantas calles de la ciudad. Luego dio lugar a un hundimiento en el pavimento. Siguió un vallado sobre el lugar del accidente topográfico. Más tarde, el corte de calle Andrés Pazos, justo frente a la Caja de Jubilaciones y Pensiones, en la esquina con Corrientes. Ahora, allí se van camiones máquinas retroexcavadoras. En la calle se abrió una grieta gigante, y obreros trabajan a toda hora por subsanar un inconveniente con el ducto cloacal. El conducto cloacal de calle Andrés Pazos, entre San Juan y Corrientes, ha tenido dos reparaciones seguidas en muy poco tiempo, donde además, la profundidad y las características del suelo dificultan realizar las tareas pertinentes. Otro agravante que se sumó en esta ocasión es un desmoronamiento que rompió la red distribuidora de agua. Estas instalaciones se encuentran a una profundidad mayor de cuatro metros. Prometen que se solucionará. Y que el olor nauseabundo a cloacas se disipará en breve.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.