Dos dirigentes políticas se encontraron hoy con la mala nueva durante el desarrollo de las elecciones presidenciales. Las fuerzas de seguridad nacionales pusieron reparos al hecho de que ambas llevaran en su mochila el pañuelo verde de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y el naranja, de la iniciativa por la separación Estado-Iglesia.

Ninguno era una muestra de identificación partidaria porque hacen alusión a posturas que son transversales a las distintas fuerzas políticas.

El Código Electoral Nacional señala que los electores “no podrán portar armas ni usar banderas, divisas u otros elementos distintivos vinculados a partidos políticos durante el día de la elección, doce horas antes y tres horas después de finalizada”.

Nadia Burgos, candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), votó en la Escuela Manuel Belgrano, donde ademas es fiscal general. Estando allí se acercó un miembro de la Gendarmería para pedirle que no exhibiera los pañuelos. Burgos lleva tres pañuelos: el verde, del aborto legal; el naranja, de la separacción Iglesia-Estado; y el que identifica a los pueblos originarios.

«Llegó unos minutos antes de las 8 para realizar mi tarea como fiscal general, y un gendarme me pidió dialogar. Junto a la secretaria electoral me llevaron a una habitación y ahí me explicaron que no podía estar con los pañuelos.  Les expliqué que no violaba ninguna ley, y que iba a seguir no sólo con los pañuelos sino con unos pines identificatorios. Ellos insistieron que no podía tener identificaciones, que podía ofender a alguien, me dijeron primero, después que era una identificación partidaria. Les dije que no es una distinción partidaria sino que representa una lucha colectiva y que no me los iba a sacar. Y así fue», contó a Entre Ríos Ahora.

En la otra costa de la provincia, en Concepción del Uruguay, la dirigente socialista Verónica Magni atravesó una situación parecida.

Así lo contó en su muro de Facebook:

«Paradojas de la vida democrática (un sistema tan apasionante como perfectible, siempre).
Situación 1- Escuela religiosa. Llego, mochila al hombro. Y me reciben, este bello cartel que le hace honor a la sana convivencia de ideas y un directivo que me da la bienvenida diciendo:  ´Hoola ya estaba comentando yo, que me extrañaba que aún no habías venido por acá. Que siempre pasas temprano´.

«Situación 2- Escuela pública. Me encuentro recorriéndola y se acerca la docente directiva a transmitirme la sugerencia del gendarme, de que le quite el pañuelo verde a mi mochila: ´Para que nadie lo vaya a considerar una provocación´(¿?). Tremendo. Me duró solo un segundo el ´cimbronazo´ ante la sorpresa, pero trajo reminiscencias de la censura a la libertad de expresión; de esas que dan escalofríos». 

-¿Se retiró el pañuelo?

-No, por supuesto, no me lo quité. Tampoco era indicación sino sugerencia o invitación.

 

 


 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.