La Tribu del Salto y el Colegio de Arquitectos cuestionan el proyecto que la Municipalidad de Paraná quiere llevar adelante en calle Moreno. Dicen que la iniciativa va a contrapelo de lo que se plantea en el Consejo de Cuencas y clausura la posibilidad de un parque lineal.

La Tribu del Salto había logrado poco después del inicio de la nueva gestión municipal una serie de encuentros con resultados positivos. Las conversaciones con la secretaria Ambiente  -Rosa Hojman- y  con la subsecretaria de Planeamiento, a través del arquitecto Adrian Bazzi, habían generado expectativa en relación a la concreción de propuestas impulsadas en rededor del arroyo La Santiagueña. El intendente Sergio Varisco visitó, incluso, la zona y habló con los integrantes de la Tribu.

“Queremos que los arroyos se conviertan en política de estado”,  subrayaron desde la organización más de una vez y se avanzó con Bazzi en el planteo de un parque lineal, que permitiese el recorrido a pie al borde del arroyo desde calle Nogoyá hasta su desembocadura.

La defensa de los arroyos que definen la ciudad y el enfoque del desarrollo urbano a partir de una política de cuencas son conceptos cada vez más extendido y de mayor alcance en la provincia. El proyecto de la Comuna para resolver un problema de vieja data, que se concentra en el sector de calle Moreno que une Salta con San Luis, no responde a esa lógica, según la mirada de las organizaciones que vienen trabajando en el tema.

Este martes, integrantes de La Tribu del Salto y de la Regional Oeste Noroeste del Colegio de Arquitectos de Entre Ríos, se reunieron en la zona del puente para conversar sobre los problemas que observan en el proyecto de la Comuna. El margen de acción temporal es breve: la obra será licitada el 30 de este mes, con una estimación de presupuesto oficial de $12.117.780,14.

EL MAL PASADO.

El puente había sido reparado en 2010, luego de que el temporal del 4 de marzo de 2009 afectara la construcción por el desborde del arroyo La Santiagueña. En aquella oportunidad, el gobierno de la ciudad anunció la ejecución de una obra de fondo, que iba a dotar de una mayor capacidad de desagüe de la estructura, garantizando su perdurabilidad. Los trabajos insumieron un presupuesto de $2,5 millones y once meses de obra. Pero la durabilidad fue efímera: apenas seis años.

En esta ocasión lo que se anuncia es una obra que concluiría en cinco meses y consistiría en un puente de hormigón, de 37 metros de longitud, sostenido por cuatro pilotes de cada lado.

Lo que la Comuna no contempla en el proyecto, señala el colectivo reunido este martes en el que participan actores barriales, es el tránsito del arroyo y los planteos formulados desde el Conejo de Cuencas, integrado por las organizaciones pero también por la Municipalidad y con un claro propósito de lograr un tramo de cuenca modelo. Un ejemplo para desarrollar e imitar.

Fernando de la Rosa, presidente Regional Oeste Noroeste del Colegio de Arquitectos de Entre Ríos, lo explica a través de un croquis. Lo dibuja y lo cuenta. El proyecto de la Comuna se construye sobre lo que ya existe y no libera el espacio natural del arroyo. En ese sentido la diferencia es la que va de un dique a un puente. En el proyecto actual queda clausurado el planteo de un parque lineal y según De la Rosa no se resuelve el problema de fondo.

“La diferencia entre hacer esta proyecto o hacer un puente que habilite el curso de agua y el desarrollo de un parque lineal no es mayor a un 10% de los presupuestado”, señaló De la Rosa. En síntesis, no se trata de un problema económico.

Los asambleístas analizan ahora medidas a seguir, mientras solicitan una audiencia con el intendente de la ciudad, Sergio Varisco.