El intendente de Paraná, Adán Humberto Bahl, dio hoy un durísimo discurso ante un Teatro 3 de Febrero totalmente colmado, en la ceremonia de jura de su gabinete que se convirtió, además, en la plataforma de lanzamiento de las líneas principales de su gobierno, pero que incluyó desde el arranque un demoledor diagnóstico de la herencia que le dejó su antecesor, Sergio Fausto Varisco.

“Hoy comienza una nueva época en Paraná –afirmó-. Estamos decididos a vivir en una ciudad digna, que nos cuide a todos. Paraná  va a salir adelante, lo vamos a lograr, porque es nuestro lugar, el lugar donde vivimos y donde merecemos ser felices. Es hora de levantar la mirada para salir del estancamiento y la indolencia. Nadie quiere vivir angustiado en un lugar que lo aplasta. Es hora de volver a creer en uno mismo, y pensar que vivir bien en esta ciudad es posible”.

Bahl estuvo acompañado por el gobernador Gustavo Bordet; la vice, Laura Stratta; los tres últimos intendentes justicialistas, Julio Solanas, José Carlos Halle y Blanca Osuna, y, entre otros, el presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Emilio Castrillón. Frente a ellos, y a todos los concejales, habló de “la estafa de muchos años de esperar que las cosas mejoren, el hartazgo de escuchar promesas, la apatía de o esperar más nada de nadie”. Y aludió a que en los últimos años “se ha quebrado la confianza entre los vecinos y el Municipio. El desgobierno se ha venido agravando y complicando sin pausa. Llegamos a un estado de situación que no se aguanta. La ciudad está colapsada La crisis se ha agravado. El Estado se ha desligado de sus más elementos deberes”.

En el cuadro de situación que hereda, Bahl aludió al incremento “de manera irresponsable” de la planta de trabajadores en la Municipalidad de Paraná, y citó que sólo en el primer semestre de 2019, que coincidió con las primarias de abril y las generales de junio, ingresaron 1.100 personas “sin previsión presupuestaria, estafando a muchos paranaenses, con una promesa de trabajo que no se puede cumplir”. Por eso, anunció que uno de los primeros proyectos que enviará al Concejo Deliberante será una ordenanza para “autolimitarnos” la designación de personal en el último año de gestión. “Para que nunca más se utilicen de rehenes a los empleados y se los estafe durante una campaña electoral. Nunca más”.

Dijo Bahl que al asumir Varisco recibió de su antecesora, Blanca Osuna, una Municipalidad “superavitaria”, y “sin embargo malgastó los recursos y se va dejando una ciudad sin servicios y sin previsión para pagar los sueldos o comprar los insumos mínimos”. Al respecto, apuntó: “Esta gestión se va diciendo, como si fuera un acto heroico, que pagaron los sueldos. Pero para hacerlo desafectaron partidas de otras áreas. Entre otras maniobras, para poder pagar sueldos, el Intendente Varisco usó recursos destinados a compra de alimentos para personas indigentes. Eso no es heroico. Es cruel”.

Deuda

Un párrafo especial dedicó el intendente de Paraná para referirse a la deuda de la ciudad, $1.20 millones, “un cuarto del Presupuesto municipal”, que aún así no es completa: hay obras que no están imputadas” por lo cual el pasivo podría ser mayor. Por eso, hizo otro anunció: enviará al Concejo un proyecto de ordenanza de adhesión a la Ley de Responsabilidad Fiscal, “para que esto definitivamente no vuelva a ocurrir en nuestra Municipalidad de Paraná”.

En un repaso de lo que supone esa deuda, dio algunos ejemplos: así, dijo, alcanzaría para comprar 150 compactadoras, de las que hoy Paraná tiene nada más que 3 funcionando. “Estuvimos al borde de una crisis sanitaria por falta de recolección de residuos. Estuvimos y estamos al borde de una crisis sanitaria”, afirmó.

También Bahl aseguró que con ese nivel de deuda se podrían adquirir 100 colectivos urbanos 0 km, pavimentar más de 600 cuadras o repavimentar más de 1.500 cuadras. O pagar 5 meses de sueldos a los empleados municipales. “En menos de seis meses, quebraron la Municipalidad”, dijo respecto de lo que hereda de Varisco. Relató que el Estado municipal está desguazado, hay trabajadores sin los elementos mínimos para trabajar, reparticiones abandonadas y “el Palacio Municipal cayéndose a pedazos”.

“No es sólo una cuestión de números. Son problemas, carencias por las cuales la ciudad está en las condiciones en la que la vemos y sufrimos”, apuntó Bahl. “Los propios empleados dieron cuenta de la desaparición de los más variados elementos. Desde una motoguadaña hasta una motoniveladora. Equipamiento pesado, tractores. Después de las últimas elecciones, se liberaron los controles”, denunció.

Crisis de la basura

Más adelante, habló de la “crisis de la basura”, cuyos efectos todavía la ciudad padece por falta de una eficiente tarea de recolección. “Esta situación tiene responsables, con nombre y apellido –planteó-. La irresponsabilidad es de quienes gobernaron y han dejado a Paraná en un caos sin precedente”.

Luego, habló de “la difícil y compleja tarea” de “reconstruir lo que se ha roto, volver a la legalidad, a la normalidad, remediar lo que duele, para ordenar el caos. No podemos permitir que nos gane el cansancio”. Y planteó la necesidad de que haya “nuevos acuerdos para poder convivir, con un trabajo entre Estado y los vecinos. La tarea es grande y la reconstrucción no es solo material. No se trata solo de baches, de cortar el pasto, de comprar maquinarias. Se trata de acuerdo entre los paranenses, qué queremos, y qué aportamos a la ciudad. No puede ser el proyecto de una gestión, sino la gesta de todo un pueblo”.

Le pidió colaboración a “los empleados municipales honestos y labiorosos, que han hecho lo imposible para mantener el Municipio”, y a los sindicatos, “para que luchando por el derecho de los trabajadores, puedan conducir esa tarea de manera más tolerante y honesta, abiertos al diálogo”.

“Hoy empezamos a trabajar para que Paraná deje de darnos vergüenza y sintamos orgullo”, lanzó Bahl.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.