La construcción de La Casa de la Cultura comenzó en 1887 y duro dos años el proceso de edificación, y es una obra del arquitecto Bernardo Rígoli, quien además diseñó la Escuela Rivadavia, el Club Social y, entre otras edificaciones, la Casa de Gobierno de Entre Ríos.

El arquitecto suizo Bernardo Rígoli nació en 1850 en Cantón de Tesino y se asentó en Entre Ríos. Juan Solari Vicarezzale encargó la construcción de su residencia, la cual un día se convertiría en nuestra la Casa de la Cultura.

El destacado profesional es autor de muchas construcciones patrimoniales de Paraná como la Casa de Gobierno, el Club Social, la ex librería Fénix y la Jefatura de Policía, así como también realizó obras públicas y privadas en Colón, Concordia, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay y La Paz.

La vieja casona que ahora alberga a la Casa de la Cultura -su propietario original fue Juan Solari- se construyó entre 1887 y 1889 y fue levantada en la esquina de por aquel entonces calles Diamante y Europa, dentro del llamado Barrio de La Loma. Su ubicación resultaba estratégica, ya que la zona era el ingreso y egreso al casco urbano de Paraná, en cercanía con otros puntos importantes de la ciudad como la Plaza Sáenz Peña y la Estación de Ferrocarril. También fue conocida como La Loma de los Solari, debido a la presencia de cinco integrantes de la prestigiosa familia y sus sucesores.

Construida a la manera italiana, la Casa de la Cultura tenía en sus inicios un planteo en U alrededor de un patio central. A partir de la entrada oeste del edificio, se subía por una escalera de mármol que conducía a una galería perimetral, la cual balconeaba a dicho patio y permitía el acceso a las habitaciones. El patio posterior funcionaba como huerta, caballeriza e ingreso de los carros mercantiles, en tiempos en que la planta baja funcionaba como tienda de ramos generales.

La puerta de ingreso por calle Carbó, elaborada con madera de cedro paraguayo, fue parte de la visión arquitectónica de Bernardo Rígoli.
La puerta fue rescatada por el carpintero Daniel Monzón junto a la Asociación de Amigos de la Casa de la Cultura de Entre Ríos. A excepción de las partes en contacto con el suelo, el profesional logró restaurar el estado original de esta pieza que constituye nuestro patrimonio público.

Fuente: investigación histórica a cargo de Gian Franco Cornejo.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.