No están los clásicos colores pastel en el frente. No está siquiera el cartel que identificaba esa esquina, en Avenida Ramírez y Miguel David. Es ahora un espacio mudo. Dos plantas que otrora cobijaron el bullicio de niños en festejos en estéreo. A finales de diciembre, el salón de fiestas y pelotero Mastodonte cerró sus puertas. «Hola, amigos. Lamentablemente, tenemos que informarles que por razones económicas Mastodonte cierra sus puertas después de 12 años de estar junto a ustedes ..compartir cosas hermosas ..solo agradecerles de corazón a todos por haber confiado en nosotros». Nada distinto de otros cierres de negocios en la ciudad agobiados por la crisis. Espacios que cierran, fuentes de trabajo que se pierden.

De la Redacción de Entre Ríos ahora.