
Por Christian Fabián Leissa (*)
Estimada señora diputada: hoy he visto las reflexiones vertidas en su cuenta oficial de Facebook. La verdad es que, en principio, denotan una enorme falta de conocimiento de la situación real de los docentes entrerrianos en su conjunto, quienes nos encontramos cobrando salarios por debajo de la línea de la pobreza y de nuestra lucha, que no es otra que pedir una recomposición salarial que permita sobrevivir al contexto inflacionario, lo cual es absolutamente diferente a pedir aumento salarial, tal como usted lo expresa.
Otra cosa que dice usted, y no es verdad, es que los docentes tuvimos un incremento salarial en 2019 que superó al índice de inflación. Le cuento (aunque estoy seguro que lo sabe) que una parte importante de ese incremento ya se nos adeudaba desde el año 2018, por lo tanto el incremento real de 2019 estuvo muy por debajo del índice de inflación.
Otra cosa que quisiera decirle es que usted habla de que tiene «autoridad moral» para opinar del tema. Yo le pregunto, con la mano en el corazón: ¿usted que fue dos veces Intendente y dos veces diputada, percibiendo tremendos sueldos y que, actualmente gana una verdadera fortuna respecto al miserable sueldo de un docente o cualquier otro trabajador asalariado, de verdad cree tener autoridad moral para opinar?
¿Usted, que trabaja en lujosas oficinas y recintos con aire acondicionado, café calentito, sin humedad, techos que se llueven ni cables colgando, que tiene enormes beneficios respecto a las condiciones laborales y edilicias deplorables en las que trabaja un docente, se cree con autoridad moral?
¿Usted habla de moral cuando fue elegida para representar al departamento Islas y vive en su lujosa casa quinta del departamento Gualeguaychú, a escondidas de la gente, a espaldas del sufrimiento de los isleños y que solamente aparece para las elecciones o alguna inauguración a fin de figurar para la foto?
Me pregunto si el gobernador Bordet sabrá eso de usted… Espero que también le llegue mi carta, estimado Gustavo, y de paso sepa que estamos con muchas ganas de empezar las clases, ya que como docentes no hay cosa más linda que empezar las clases y vivir dignamente, ya que por ejemplo, en mi caso, mi hijita de 6 años (reemocionada) empieza el primer grado en la escuela pública y su maestra también hace paro. Puesto que nosotros los docentes, a diferencia de la mayoría de la clase política, mandamos nuestros gurises a la escuela pública!!!
Otra cosa que no puedo dejar de refutar es su afirmación de que «la educación de antes era mejor». Mire, sinceramente en temas de índole social, 2+2 no siempre es 4, ya que por ejemplo la escuela de «antes» que usted dice que fue mejor que la de ahora, era la misma escuela que excluía a las personas con discapacidad, ponía orejas de burro a los niños que les costaba aprender, utilizaba la violencia física o verbal para «educar» a los niños que tenían dificultades, hacía que niños huérfanos hagan igual un dibujo para el día de la madre y finalmente era una escuela que albergaba más a niños de las clases altas y medias, mientras que muchas veces discriminaba y expulsaba sistemáticamente a los más humildes, etc. Por lo tanto, aunque tuvo cosas buenas, lejos está de ser mejor que la educación de hoy.
Finalmente, distinguida señora Toller, si de verdad le preocupa la situación de los trabajadores de la educación y no solamente «la foto del primer día» como usted misma dice, la invito a darse una vuelta por las escuelas a dialogar con los docentes, escuchar sus problemas y aprovechando su jugosa dieta y rol de legisladora, por ahí puede aportar alguna solución real al problema y no simplemente ponerse a opinar o reflexionar, ya que de palabras y versos la sociedad entrerriana está cansada y lo que necesita es más gestión, más acción, más soluciones, más presencia del Estado y sus representantes y menos palabrería barata y fotitos para el Facebook!!!
Atentamente:
Christian Fabián Leissa. Profesor de Educación Primaria y Profesor de Ciencia Política.
(*) Christian Fabián Leissa es docente en la Escuela Nina N° 12 Wolf Schcolnik, de Ceibas, departamento Islas.