En tiempos de aislamiento social, preventivo y obligatorio, impuesto para evitar la propagación de la pandemia de coronavirus, la vida social se ha visto trastocada. No hay encuentros masivos, no hay actividades al aire libre, la Administración Pública está en su mínima expresión y sólo salen a la calle aquellos que cumplen servicios esenciales. Tampoco hay celebraciones religiosas. O si las hay adquieren características peculiares. En las iglesias, los curas transmiten las misas on line, sin fieles en los templos. El cura de la parroquia María Auxiliadora, de Chajarí, Jorge Charreun, eligió un modo particular para sentirse acompañado: pegó en los bancos de la parroquia las fotos de sus fieles. La escena, rara, muestra otra cara de la cuarentena.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora