Se llama Luis Cirilo González. Todos lo llaman por su segundo nombre: Cirilo.

Cirilo tiene poco más de 50 años y es ladrillero en las afueras de Chajarí.

Labura en un oficio que tiende a desaparecer: no hay aprendices, y Cirilo se las ingenia con sus propias manos metidas en el barro, en patas a veces: cocina los ladrillos con la paciencia de pocos.

«Hoy me da el cuerpo para cortar nomás 1500 ladrillos de una. Estoy viejo…”, dice y se ríe.

César Pibernus, fotógrafo, miembro de la conducción de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), editor, junto a Virginia Serotkin Molinas, del blog La Lucha en la Calle, retrató un día en el oficio de Cirilo.

Acá, la galería de imagenes de las manos en el barro:

De la Redacción de Entre Ríos Ahora