La explosión de colores en la ciudad en primavera tiñe todo. Los lapachos son los más fotografiados, los que más llaman la atención, lo que están en todos lados, pero no son los únicos. En una glorieta del Rosedal los colores tiñen la tarde soleada. Es en primavera cuando la ciudad ofrece uno de sus rostros más amables, más atractivos. La ciudad que está ahí nomás, a la vuelta.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.