El comité provincial de la Unión Cívica Radical (UCR) tomó posición en torno a la inquina que enfrenta a dos vocales del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Susana Medina y Emilio Castrillón, un disputa que empezó por las supuestas ausencias de la primera a las reuniones de acuerdo, que se publicitó en un chat de mensajería, whatsapp, y que después derivó en una denuncia por violencia de género.
Los radicales plantearon que el enfrentamiento Medina-Castrillón “ha convertido al Poder Judicial en un conventillo cheto en el que priman el egocentrismo y las viejas luchas por poder que tienen un par de millonarios por sobre la imperiosa necesidad de mejorar el servicio de justicia y transparentar su accionar”.
“Hace tiempo que el Poder Judicial -tanto a nivel provincial como nacional- refleja desprestigio, genera desconfianza, ha dado muestras de escasa transparencia y ha alimentado la convicción de que su independencia es sólo un concepto vacío”, sostuvieron desde el Comité Provincial de la UCR.
En este marco, hicieron referencia a la “escandalosa pelea mediática” de dos de sus miembros: la vocal Susana Medina de Rizzo y el vocal Emilio Castrillón.
Para las autoridades del centenario partido, esta “disputa por poder ha convertido al Poder Judicial en un conventillo cheto” en el que prima “el egocentrismo de un par de millonarios por sobre la imperiosa necesidad de mejorar el desempeño de la justicia y transparentar su accionar”.
Luego recordaron que “no es la primera vez que las explosiones mediáticas hacen mella en la labor seria y reservada que deben tener los más altos referentes de la Justicia entrerriana”. En tal sentido, mencionaron el tembladeral que Castrillón desató en diciembre pasado cuando explicó sus argumentos para declinar su postulación a renovar la conducción del máximo tribunal de la provincia. “En esa oportunidad dijo que no se iba a entregar a las mafias y se despachó con fuertes dichos que salpicaron a la Procuración y con declaraciones que denunciaban la injerencia del Poder Ejecutivo en el Judicial”, señalaron desde el Comité.
“Si bien nunca la mencionó públicamente, es archiconocida la vieja rivalidad que existe entre Castrillón y la ministra de Gobierno y Justicia, Rosario Romero, sobre quien pesa la etiqueta de hábil operadora política que juega para sí y su cooperativa siempre ávida de poder, pero que prefiere el silencio cuando su Ministerio se mancha de sangre debido a su inoperancia”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora