Un grupo de 20 docentes de la Escuela Secundaria N° 48 Domingo Faustino Sarmiento, de Paraná, pidió al Consejo General de Educación (CGE), la “inmediata suspensión” de su cargo del rector Luis Soto en función de las serias sospechas de acoso al personal docente, manejo irregular en la conformación de la asociación cooperadora y la discrecional distribución de computadoras del plan Conectar Igualdad.
Los cargos más graves que pesan sobre Soto tienen que ver con el constante acoso sexual hacia las profesoras de la escuela y el personal de maestranza, lo cual ha llevado a muchas de ellas a renunciar a las horas que tenían o directamente pedir el traslado del establecimiento. La presentación con un detalle de los casos la recibió el viernes la supervisora de Educación Secundaria de la Dirección Departamental Paraná de Educación, Lelys de los Santos, aunque ya está al tanto la directora departamental Stella Maris Salas.
“Caracteriza el accionar del rector –dice la presentación de los docentes—una serie más o menos dispersa y constante de conductas de apariencia gentil al principio y hasta amigable, que avanzan a la esfera privada en diferentes niveles de significación sexual, configurando un acoso sobre el personal femenino de la escuela, sin ética ni respeto”.
Los docentes quieren evitar un enfrentamiento directo con Soto ante eventuales “represalias” y por eso reclamaron la inmediata separación del cargo de rector de la Escuela Sarmiento. Pero en Educación descartaron de plano una medida extrema: el directivo seguirá en su cargo el lunes, y la única garantía que se les dio a los profesores es la presencia en la escuela de la supervisora.
En realidad, Soto está al tanto de la denuncia en su contra por cuanto el viernes, poco después de mediodía fue notificado en forma personal de la presentación.
En esa presentacción, una profesora cuenta un hecho que pone al descubierto el lenguaje soez con el que el rector se dirige a los docentes. Una vez, la profesora escuchó una invitación que la turbó: “Hay un negro que te quiere comer. En realidad, quiere que lo comas a él”, le dijo, y después le entregó un alfajor de chocolate. El alfajor, de chocolate negro, y Soto es de piel oscura: un juego de palabras, con explícito doble sentido.
Otro caso involucra a una ordenanza, que soportó el acoso de Soto desde que ingresó, en 2011, hasta que pidió el traslado, en 2015, de acuerdo a lo que se lee.
La última situación de acoso que soportó la mujer fue en el edificio que ocupaba la escuela en la Asociación de Dirigentes de Empresa (ADE), en Gualeguaychú al 200, antes de que se inaugurara la nueva sede de la escuela, en Corrientes al 300. Allí, en el edificio de ADE, Soto le pidió a una ordenanza que solucionara un desperfecto en el depósito de agua de los grupos sanitarios. Como la mujer le manifestó que no podía arreglarla, el comentario del rector fue directo: “No me digas que no sabes cómo ponerla”.
El texto de la presentación apunta a dar a conocer “los graves e insostenibles hechos que se presentan” en la Escuela Domingo Faustino Sarmiento, y con puntos y señales cuentan casos con nombre y apellido de personas que han soportado el acoso del rector.
No es la primera vez que el nombre del rector Soto trasciendo por un escándalo.
A mediados de marzo de 2005, cuando cumplía funciones de rector en la Escuela Secundaria Del Centenario, fue obligado a renunciar por una protesta que protagonizaron alumnos y padres en la calle. El reclamo estalló entonces por la decisión de Soto de echar a un portero que llevaba más de 30 años de actividad en la escuela, Omar Nuñez.
Enterados de la decisión, los estudiantes de tercero, cuarto y quinto año del turno matutino decidieron no ingresar a la escuela, y exigieron la renuncia del rector. En el incidente intervino la entonces directora departamental de Educación de Paraná, la ahora concejal Cristina Sosa.
La situación enojosa que plantearon ese año los estudiantes sirvió para sacar a la luz una serie de irregularidades del rector: persecuciones, malos tratos, y las primeras imputaciones por acoso contra Soto.
Esa vez, el CGE eligió el camino de pedirle al rector que tomara licencia, y después lo reubicó en la zona de Victoria, como supervisor.
Pero en mayo de 2010 el nombre de Soto volvió a verse envuelto en otra situación de conflicto.
Esa vez, el Consejo de Educación dispuso separar de su cargo a la rectora de la Escuela Normal Osvaldo Magnasco, de Victoria, Mariela Ramos, a quien se le reprochó impedir la reinscripción de alumnos repitentes. La investigación salpicó al supervisor Soto, que también fue separado.
Pero Ramos contraatacó: presentó una denuncia en la Justicia contra el Consejo de Educación y el supervisor Soto.
Pero la denuncia por violencia laboral no prosperó.
En 2011, la Cámara Primera de Apelaciones en lo Penal desestimó la denuncia penal presentada, avalando así un fallo de primera instancia dictado por el juez Alejandro Calleja.
Gustavo Broin, actual director departamental de Educación de Victoria, dice que aquel incidente con los alumnos repitientes a quienes se negó la inscripción fue una entre varias faltas cometidas por Ramos sobre las cuales Soto, como superior directo, nada hizo.
“Y por eso se le armó un sumario, que ahora está a punto de resolverse”, indicó.
Después de ese incidente en Victoria, volvió a Paraná, y tomó el cargo de rector en la Escuela Sarmiento, donde su nombre vuelve a estar rodeado en la polémica y el escándalo.
La directora departamental de Educación de Paraná, Stella Maris Salas, prefirió la prudencia cuando se la consultó respecto de la investigación abierta sobre el rector Luis Soto.
“Se está trabajando, hay que interesarse bien por el tema. Y si hay causas que lo justifiquen, se iniciará una investigación”, explicó la funcionaria.
Salas consideró apresurado acceder al pedido de los docentes, y negó que Soto vaya a ser separado de su función en lo inmediato. “No está en la función de la Departamental separar a un docente de su cargo. Eso sólo lo puede hacer el Tribunal de Calificaciones, y tiene que haber una causa justificada”, aseveró Salas.
La funcionaria insistió en que “se está trabajando sobre este caso a partir de lo que se ha presentado. Nos hemos reunido con supervisora de educación secundaria, y con el asesor legal. Todo se ha informado ya a las autoridades. Si amerita un sumario, se hará”.
“Es el área legal la que decide en estos casos”, apuntó.
–¿No están al tanto de investigaciones previas en otras escuelas?
–Puede haber otros sumarios, y pudo haber sido sobreseído. Tenemos que ver las investigaciones que haya. Siempre que lo amerite, se abrirá un sumario.
Fuente: El Diario.