El último reporte oficial dio cuenta de que en Entre Ríos ya suman 584 casos de dengue notificados por el sistema de salud, concentrados en dos lugares específicos de la Provincia: Paraná, con 197 casos; y Nogoyá, con 161.
Se trata de una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito aedes aegypty. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas, les transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.
El dengue se presenta con fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones. También nauseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de machas en la piel; y picazón o sangrado de nariz y encías.
Como no existen vacunas que prevengan el dengue ni medicamentos que lo curen, la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores. El mosquito transmisor del dengue tiene hábitos domésticos
Precisamente, la importancia de llevar adelante una tarea de prevención durante todo el año fue de los principales temas abordados en el seminario web “Dengue: situación actual y medidas de prevención” que llevó adelante la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
En el encuentro, Martina Villanova, magister en Ingeniería Ambiental e investigadora de Facultad de Ciencias de la Salud, remarcó que los factores climáticos de la región influyen en el desarrollo del mosquito: “Tenemos climas muy marcados, veranos muy calurosos e inviernos muy fríos. Esto hace que durante el invierno no tengamos la presencia o no veamos tanto al vector en su fase aérea. El mosquito vivo en el ambiente sí lo encontramos en el verano. Por ello es importante tener esto presente al momento de trabajar para prevenir la enfermedad, aprovechar lo que tiene que ver con los inviernos y no sólo trabajar en prevención de dengue cuando se empiezan a manifestar los casos”, señaló.

Al respecto, agregó: “Cuando tenemos casos de dengue ya estamos con el virus dentro de la zona y eso hace más difícil llegar a combatirlo. En cambio, si mantenemos el trabajo antivectorial durante todo el año, es más probable que tengamos controlado al vector. Sería difícil exterminarlo porque siempre habrá un lugar que sirva de criadero pero al menos podemos mantener activa la lucha antivectorial”.
Además de las condiciones ambientales de la zona que hacen que esta problemática esté vigente, Villanova resaltó también como factores los aumentos de los viajes hacia zonas de riesgos que pueden traer el virus, la acumulación de elementos en las casas y la falta de una vacuna. “Si bien hay investigaciones abocadas a la creación de una vacuna para el dengue, todavía falta su desarrollo. Esto hace más difícil combatir la enfermedad”, manifestó.
Por su parte, Inés Piñeiro, médica generalista y referente epidemiológica del Departamento Uruguay, explicó cómo se trabaja dentro del sistema de salud ante la aparición de nuevos casos, realizando un trabajo conjunto entre Salud de la provincia y autoridades municipales. “El médico que atiende al paciente es quien dispara el alerta y hace un registro de los síntomas, la fecha en que comenzaron y todos los datos posibles. Luego manda la muestra de suero del paciente al Laboratorio Provincial de Epidemiología y se debe esperar entre 2 y 3 días por el resultado”, comentó.
De forma simultánea, se comienza a trabajar en el operativo de control de foco para que el virus no se expanda. “Agentes sanitarios visitan el domicilio de la persona afectada, las casas que se encuentran en la manzana y las ocho manzanas alrededor. Es decir, se recorren en total nueve manzanas. Se visita a las familias y se pide permiso para entrar y observar si se encuentran larvas en el domicilio. Se buscan en el interior de la vivienda en caso de que hubiese plantas acuáticas, en floreros o frascos, y en los patios en cualquier recipiente que pueda contener agua. En los operativos de este año donde más encontramos larvas fue en las cubiertas de moto o bicicletas que estaban descartadas, en los platitos que se colocan debajo de las macetas para que mantengan la humedad de las raíces, en elementos olvidados debajo de plantas como frascos o tapas y en botellas acumuladas. En esos casos mostramos la larva a los dueños de la casa para que la conozcan porque muchas veces no llegan a verlas”, destacó.
Finalmente, Piñeiro resaltó: “En el año 2016 en Concepción del Uruguay, se realizó un trabajo de prevención de dengue durante todo el año que estuvo a cargo de la Municipalidad, y eso tuvo buenos resultados porque se llegó a muy pocos casos. Desde entonces se ha dejado de hacer ese trabajo y se refleja en los casos que tenemos hoy. La nueva gestión municipal está programando un trabajo para todo el año que nos puede permitir reducir futuros casos”.
Con información de UNER Noticias
De la Redacción de Entre Ríos Ahora